La actriz cubana Ana de Armas celebraba hace un par de semanas, y todavía incrédula, su nominación a los Globos de Oro, galardones concedidos por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA; por sus siglas en inglés).
El comité organizador de los Globos de Oro anunció la prestigiosa lista de artistas el 12 de diciembre, con De Armas nominada a Mejor Actriz por su trabajo como Marilyn Monroe en “Blonde”, junto a Cate Blanchett por Tár, Olivia Colman por “Empire of Light”, Viola Davis por “The Woman King” y Michelle Williams por “The Fabelmans”.
“¡Qué sorpresa tan increíble!”, escribió la cubana de 33 años, quien se enteró de la noticia mientras se encontraba grabando la película Ballerina. “No hay nada mejor que recibir y celebrar la gran noticia con el equipo en el set”, agregó.
Pero parece que no todo el mundo está genuinamente feliz por De Armas. Su primer esposo, el actor español Marc Clotet, reaccionó de forma incómoda a la nominación de su ex cuando EuropaPress lo abordó durante la 28 edición de los Premios Cinematográficos José María Forqué.
“Prefiero no comentar”, dijo vacilante ante las cámaras de la agencia. Una reacción cuanto menos extraña, ya que poco antes de que le preguntaran su opinión sobre la nominación de la cubana, Clotet se mostraba simpático con la prensa.
El periodista que se le acercó intentó “salvar” la entrevista y continuó con el tema, preguntándole si estaba orgulloso como español de que una actriz con ascendencia hispana recibiera tal reconocimiento.
Solo entonces fue cuando Clotet rectificó y zanjó: “Ah, no, me alegro. Me alegro de muchas cosas… Prefiero hablar de cosas nuestras que de otra gente… Ha hecho un grandísimo trabajo y feliz de que esté yéndole también y ojalá lo gane”.
El actor se encuentra rodando una película en Perú, el thriller de terror “La niña del azúcar”, y ha decidido debutar como productor junto a su hermana y dos socios más, en una compañía llamada Fonicular Films.
El fugaz matrimonio de Ana de Armas y Marc Clotet se celebró hace más de una década. Él rodaba Física o Química y ella era protagonista de El Internado. Corría el año 2010, cuando un flechazo en los pasillos de Antena 3 terminó en boda.
Un año después, la unión de ambos se formalizó en una ceremonia estrictamente privada en un castillo de la Costa Brava. Ella tenía 23 años y él 31.
