Poco duró, por suerte, la medida de que no se le vendería más pollo a los mayores de 14 años en Cuba, salvo a las personas con una dieta especial. El 5 de mayo comenzó a venderse como las películas de Disney: para todas las edades…
Sin embargo, la semana pasada el estado de opinión en la isla estaba caliente, porque si ya la cosa estaba mala con la proteína en Cuba, si encima le quitaban las escasas libras de pollo que le daban, el desmayo estará sato en todo el país, y no solo en Holguín.
Todo el “pánico” comenzó el pasado 28 de abril, cuando el Ministerio de Comercio Interior de Cuba (Mincin) publicó un informe sobre la canasta básica atrasada y las previsiones para mayo.
En una escueta nota, el Mincin explicaba que no se vendería pollo por la cuota a los mayores de 14 años. Según el texto, para ese grupo serían distribuidos “otros productos cárnicos”. ¿Cuáles? Picadillo y mortadella. Res, desde luego no…
Por “Radio Bemba” -como llaman en Cuba al vox populix– se decía que el picadillo y la mortadela se producía en el país, y así se ahorraban la divisa para la importación de pollo.
De hecho, las importaciones de pollo de Cuba se contrajeron en marzo hasta su nivel más bajo en los últimos seis meses, según publicó el economista Pedro Monreal, sobre la base de las cifras oficiales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
En un hilo de mensajes en Twitter, Monreal precisó que la caída en el volumen de compras de pollo estadounidense por parte del Gobierno de Cuba coincide con la reducción del precio de ese producto. ¿Por qué no comprar entonces? Para Monreal, porque no hay divisas.
Estados Unidos es, por mucho, el principal proveedor de pollo a Cuba, seguido por Brasil y otros exportadores menores.
Por lo pronto, el precio del pollo en el mercado informal cubano se mantuvo estable, entre 7.500 y 12.000 pesos la caja.
Las protestas por la salida del pollo al parecer calaron en el Mincin, que reculó y la pasada semana publicó otra nota informativa “sobre la comercialización del pollo de la canasta familiar normada de mayo”, en la que precisó que se darán libra y media de pollo a los menores de 13 años, y una libra para los mayores.
La venta comenzó por Camagüey, y paulatinamente comenzará a venderse en las demás provincias, “en correspondencia con la disponibilidad del producto”.
