Polémica por subasta de medalla olímpica de Gamboa: ¿Por fin… la vendió o se la robaron?

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Las subastas de las medallas olímpicas de deportistas cubanos no se detiene y las preseas de cualquier color lo mismo aparecen en casas de subasta como la conocida RR Auction de Boston, que en eBay, la multinacional de comercio electrónico de San José, California.

En el último lustro se han hecho cada vez más frecuentes los anuncios de licitaciones de codiciadas preseas olímpicas que en su momento varias de ellas fueron dedicadas «al Comandante en Jefe».

Este jueves el sitio Cubanet dio a conocer que la nueva subasta olímpica semestral de “RR Auction” está ofertando otras cuatro medallas olímpicas de deportistas cubanos, entre las que destacan el metal de oro conquistado por el boxeador Yuriorkis Gamboa en la categoría de 51 kg durante los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y tres de plata conseguidas por jugadores de la selección cubana de béisbol en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y Beijing 2008.

De la cita china son dos los galardones en concurso. En ninguno de los casos del béisbol se mencionan los nombres de los atletas, dueños originales. Por lo general las preseas se presentan en la puja por medio de los coleccionistas, aclaró el periódico online.

La estimación de compra de la medalla de oro de Gamboa está calculada en 15.000 dólares para cuando la subasta llegue a su fin el 16 de enero. Este jueves se registraban cinco ofertas de $1.465.

Después de esta victoria olímpica, “El Ciclón de Guantánamo” ganó un bronce en la división de peso pluma en el Campeonato Mundial de 2005, y más tarde logró el título de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) de 2009 a 2011, y el de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) de 2010 a 2011.

Gamboa, que cumplió 43 años el lunes pasado 23 de diciembre, fue también campeón de los Juegos Panamericanos de 2003 en Santo Domingo, cuatro veces titular nacional y monarca en la Copa del Mundo Por Equipos en 2005 y 2006.

Como profesional en Estados Unidos, resultó cuatro veces campeón del mundo en tres divisiones distintas.

Dos años después de su histórico título olímpico, en diciembre de 2006, decidió escapar de la delegación cubana junto a Odlanier Solís y Yan Barthelemy –también campeones en Atenas– durante un campo de entrenamiento en Venezuela. Enrumbaron hacia Colombia y luego hacia Alemania donde solicitaron visas para ingresar a EE.UU.

Antes y después de su fuga, Gamboa confesó que había vendido su medalla de oro olímpica para mantener a su familia, como indica Wikipedia.

«A pesar de su éxito, Gamboa tenía problemas en Cuba, pues en un momento dado tuvo que vender su medalla de oro por 1,500 dólares para pagar la fiesta del primer cumpleaños de su hija Brenda, algo que a la postre  fue lo que lo motivó a salir de Cuba.» escribió Notifight en 2009.

Sin embargo en 2014 se publicó en El Nuevo Herald  que el campeón guantanamero había perdido su presea en un robo a su casa en el 2011, cuando ya se encontraba en Miami. En una entrevista en el diario miamense víspera del Día de las Madres hace ya poco más de 10 años, Gamboa reveló que el Comité Olímpico Internacional le había  devuelto su lauro olímpico en forma de réplica luego de engorrosos trámites

“No tengo pena en confesar que lloré y mucho, porque es como recuperar algo de lo que ya no se tiene esperanza de ver nunca más’’, expresó el guantanamero. “No había dejado de pensar en la medalla ni un solo día de mi vida. Así tanto la valoro. Contemplo con orgullos mis fajas de campeón profesional, pero una medalla olímpica es lo más grande’’.

Es muy probable que Gamboa haya tenido que enviarle al COI copias de sus denuncias a la policía del robo. ¿Entonces la casa de la subasta RR Auction está vendiendo en estos días la medalla de oro robada a Gamboa? ¿Podría el propio púgil o su entorno reclamar ante los organizadores de la licitación? Lo cierto hoy es que al navegar por la Internet se encuentran dos aseveraciones  de Gamboa en diferentes épocas: antes y luego de desertar el ex campeón mundial habría dicho que vendió su medalla olímpica de oro, y en el 2014 aseguró que unos maleantes la sustrajeron de su casa.

“RR Auction” ha puesto en subasta 69 medallas dentro de sus casi 400 lotes de recuerdos olímpicos y en su oferta destaca una medalla de oro al primer lugar de los 110 con vallas de los Juegos Olímpicos de San Luis 1904 estimada en 150,000 dólares.

En la puja aparece una  medalla, esta de bronce, de los recientes Juegos Olímpicos de París celebrados el pasado verano. El galardón corresponde al torneo de lucha libre de mujeres y el metal está valorado en $30.000 pero no se identifica a la ganadora de la misma.

Las atletas que ganaron bronce en ese torneo procedían de China (tres atletas), Japón (dos), Corea del Norte, EE.UU., Kirguistán, Noruega, Turquía, Colombia y Cuba.

La medalla de plata del equipo cubano de Sidney 2000 se estima  su venta en $8.000 , hasta ahora las ofertas recibidas apenas sobrepasan los $500. Del torneo de béisbol de Beijing 2008 figuran dos metales de plata de la selección cubana dirigida por Antonio Pacheco. Se prevé que una pueda llegar a venderse en $10.000 y la otra en $12.000. 

En la subasta de julio último, de cinco medallas de cubanos ofertadas, destacó el único oro olímpico del taekwondo ganado por Ángel Valodia Matos en Sidney, vendido en más de 51.000 dólares.

No es la primera vez que un deportista justifica la ausencia de la medalla olímpica en su poder por un robo o un extravío. En el 2016 la discóbola pinareña Yarelis Barrios se puso fatal por partida doble: de forma retroactiva la declararon dopada en los reanálisis de las muestras de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 donde había conquistado la medalla de plata.

 Además de impedir su participación en Río 2016, el COI le exigió que devolviera la medalla. Barrios dijo, además de que era inocente de dopaje, que la presea había desaparecido de su casa, porque alguien del Inder había estado en su casa, ausente ella, y pidió su presea a su mamá para una exposición, pero nunca más apareció el metal olímpico. Por esos días apareció en eBay la medalla de Barrios vendida en 11 mil 655 dólares. 

Otros deportistas sin pelos a la lengua han reconocido que se han visto obligado a vender sus medallas por sus situaciones económicas difíciles como han sido los casos de los monarcas olímpicos el boxeador Mario Kindelán o el pesista Pablo Lara. 

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