La población de Cuba está experimentando una disminución significativa debido a la migración masiva, el envejecimiento demográfico y la disminución de los nacimientos. Tan solo en el 2022, cerca de 250 000 cubanos, más del 2 % de la población total, emigraron solo a EE. UU.
La cifra oficial de cubanos residentes en 2022 era de 11.089.500, pero no incluye a los 334.000 cubanos que cruzaron la frontera estadounidense en los últimos 18 meses ni a los que partieron hacia Europa y América Latina.
Un despacho de la agencia Ap que analiza el declive de la población de Cuba finaliza reconociendo de manera excesivamente optimista que a pesar de estos desafíos, muchos cubanos continúan trabajando arduamente para construir un futuro mejor para ellos y sus familias.
Sin embargo, los expertos citados por el propio artículo advierten que una población en declive creará desafíos para la economía y el desarrollo de Cuba, como una fuerza laboral cada vez más reducida y una mayor presión sobre el sistema de pensiones y cuidado de ancianos.
Según los expertos, la disminución de la población en Cuba se debe en gran medida a una combinación de dificultades económicas, opresión política y falta de oportunidades, lo que ha llevado a muchos cubanos a buscar una vida mejor en otros lugares. En los últimos años, el gobierno cubano también ha implementado medidas para incentivar la emigración, como la eliminación del requisito de ‘permiso de salida’ para los ciudadanos cubanos que viajan al extranjero.
Los mayores niveles de educación de las mujeres, el acceso a anticonceptivos y el aborto legal han contribuido a la disminución de los nacimientos, con mujeres cubanas que tienen un promedio de menos de dos hijos.
Los profesionales de la salud también han notado una disminución en el número de nacimientos en los últimos años. El gobierno cubano ha reconocido la complejidad de la situación y ha señalado que otros países también enfrentan desafíos similares.
Además de los desafíos que plantea una población en declive, Cuba también está lidiando con un envejecimiento demográfico, con un número creciente de ciudadanos de edad avanzada y un número cada vez menor de jóvenes para apoyarlos. Esto podría tener implicaciones significativas para los sistemas de pensiones y de salud del país, así como para su capacidad de mantener el crecimiento económico.
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