El feminicidio sigue siendo una grave problemática en Cuba. Este 19 de septiembre, las plataformas independientes YoSíTeCreo en Cuba y la revista Alas Tensas confirmaron dos nuevos casos de feminicidio, elevando la cifra a 37 en lo que va del 2024. Entre los feminicidios confirmados se encuentra el asesinato de Isabel Rojas Aguilera, de 30 años, reportado previamente por Cuballama Noticias, y el de Arianni Céspedes Garcés, de 35 años.
El caso de Isabel Rojas Aguilera fue dado a conocer por Cuballama el 18 de septiembre, señalando que fue asesinada en Camagüey por su expareja, Alexis Fernández González, de 46 años. Isabel había acudido a la casa de su agresor para recoger pertenencias de su hijo de seis años, fruto de la relación entre ambos. Durante el encuentro, Fernández González la golpeó y la estranguló. El cuerpo fue encontrado por la madre del agresor al regresar a su vivienda.
Este feminicidio se suma al de Arianni Céspedes Garcés, quien fue asesinada en su propia casa en el poblado de Aguacate, en Palma Soriano, Santiago de Cuba, también por su expareja, el 14 de septiembre. Céspedes Garcés dejó tres hijos menores de edad, que sobreviven a este trágico hecho. La comunidad y allegados han expresado su dolor ante la pérdida de una mujer que trabajaba como maestra en una escuela secundaria.
Feminicidios en Aumento
El incremento de los feminicidios en Cuba ha generado una gran preocupación entre las organizaciones feministas que monitorean la violencia de género en la Isla. Tanto YoSíTeCreo en Cuba como Alas Tensas han sido fundamentales en la visibilización de estos crímenes, dado que el Estado no cuenta con estadísticas oficiales ni con un reconocimiento adecuado de este tipo de violencia como feminicidio. Según estas organizaciones, además de los 37 casos confirmados, se ha reportado la existencia de tres intentos de feminicidio y seis casos que aún necesitan acceso a la investigación policial para ser confirmados.
El índice de feminicidios en Cuba es alarmante. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el país se ubica como el sexto con más feminicidios en la región de América Latina y el Caribe, lo que refleja la magnitud del problema. Sin embargo, las cifras reales podrían ser aún más altas, ya que la recolección de datos por parte de las plataformas feministas no es exhaustiva.
El aumento de los feminicidios pone en evidencia la falta de políticas efectivas y de un marco legal adecuado para proteger a las mujeres en Cuba. Las organizaciones feministas han denunciado la ausencia de refugios para mujeres en situación de peligro y la falta de un sistema que permita a las víctimas de violencia recibir asistencia rápida y efectiva.
En 2023, el Gobierno cubano reconoció 117 muertes violentas de mujeres, aunque no las catalogó como feminicidios. Ante la presión de las organizaciones y de la sociedad civil, se han propuesto medidas como el Registro Administrativo Interoperable, que permitiría contar con información en tiempo real sobre muertes violentas de mujeres y niñas por razones de género. No obstante, las activistas consideran que estas acciones son insuficientes.
Exigencias de las Organizaciones Feministas
Las demandas de las organizaciones feministas son claras: tipificar el feminicidio como delito específico, crear refugios y sistemas de rescate para mujeres y sus hijos en peligro, legalizar el activismo feminista y aprobar una ley integral contra la violencia de género. Estas son medidas urgentes que permitirían combatir de manera efectiva la violencia machista que sigue cobrando la vida de muchas mujeres en la Isla.
Mientras tanto, el gobierno cubano ha minimizado la gravedad de estos crímenes, atribuyendo la creciente inseguridad a lo que consideran un «empeño imperial» de crear un clima de desconfianza ciudadana. Sin embargo, la realidad para muchas mujeres en Cuba es que la violencia de género sigue siendo una amenaza latente y devastadora, con muy pocas opciones de protección, incluso por parte de la PNR.
El ya mencionado 18 de septiembre Marisol Peña Cobas denunció en redes sociales la brutal agresión que sufrió su sobrina a manos de su expareja en Camagüey. A pesar de las heridas visibles, la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) cerró el caso, imponiendo al agresor solo una multa de 500 pesos y una orden de alejamiento. La familia, que buscaba protección, fue expulsada de la estación policial. Este incidente resalta la inacción de las autoridades cubanas frente a la creciente violencia de género en la Isla, donde los feminicidios continúan en aumento sin respuestas efectivas.
