Al ser seleccionado por quinta vez seguida como abanderado de Cuba en la ceremonia de inauguración de unos Juegos Olímpicos, el luchador de greco Mijaín López podría asegurar su primer record olímpico en París.
Su otro record podría consumarse al cerrarse el torneo de su deporte en el recinto parisino Campo Marte de conseguir su quinta medalla dorada sucesiva en igual número de Juegos.
En esta ocasión las autoridades olímpicas y deportivas cubanas le hicieron justicia a la judoka artemiseña Idalys Ortiz y la escogieron como la abanderada por primera vez en su vida.
Contra el pronóstico, hace tres años el INDER y el COC le dieron ese honor, también merecido pero con menos méritos que Ortiz, a la discóbola Yaimé Pérez, que a la postre consiguió un bronce en el atletismo de Tokio. Ortiz hasta ese momento había ganado bronce en Beijing 08, oro en Londres 12 y bronce en Río de Janeiro 16. Y sería plata en Tokio 2021.
Pero al parecer la presión de la familia atlética con la comisionada Yipsi Moreno y el bicampeón olímpico y federativo, Alberto Juantorena, a la cabeza, se coronó con la selección de Pérez. Un año después, la santiaguera decidió tomar un nuevo rumbo en su vida y dejó la delegación cubana tras el Mundial de Eugene, Estados Unidos mientras tres años después, la Moreno podría ser la primera ex miembro del Consejo de Estado en convertirse en albanesa.
Ahora es cuando menos opciones tiene la Ortiz de llegar nuevamente a un podio olímpico entre las superpesadas, pero ya hizo historia, pase lo que pase.
El anuncio de López y Ortiz lo hicieron las autoridades deportivas en otra comparecencia en la televisión a poco más un mes de la apertura de los Juegos Olímpicos que abren el 26 de julio, donde como era de esperar, volvieron a culpar al «bloqueo yanqui» de las penurias en el deporte cuando el llamado «trabajo político-idelógico» está siendo puesto en tela de juicio ante el éxodo imparable , por diferentes vías, de deportistas y entrenadores.
Llamó la atención que ni en este programa televisivo ni en anteriores, siempre en el formato de la llamada «Mesa Redonda» – donde siempre ha faltado el debate de personas con diferentes ideas- , se haya mencionado a Enrique Figuerola como posible invitado a la delegación cubana a los Juegos de París.
Figuerola fue el protagonista de la primera medalla olímpica del «castrismo» cuando en Tokio-64 fue plata en los 100 metros planos sólo superado por el espectacular estadounidense Bob Hayes.
Se desconoce el actual estado de salud de «El Fígaro» por su avanzada edad (cumple 86 el 15 de julio), y si estaría en condiciones de este viaje trasatlántico, pero el sólo hecho de mencionar públicamente su invitación, hubiera sido ya un merecido reconocimiento.
En definitiva, a pesar de la crisis financiera en el Inder «por culpa del bloqueo», una plaza en el avión siempre aparecería para el histórico subcampeón olímpico, cuando tradicionalmente siempre han aparecido en estos Juegos y en otros, acreditados que sobran.
No obstante la política de no llevar competidores a los que de antemano no se les concede ninguna opción ni tampoco se han ganado su puesto en los Preolímpicos ni por ranking, en estos momentos, según dijeron los funcionarios del Alto Rendimiento, se está gestionando (con algún funcionario de la Federación Internacional) incluir a dos nadadores, Andrea Becali y Rodolfo Falcón Mojarrieta, con la posible etiqueta de la «universalidad», montarlos en el avión.
Pese a sus esfuerzos, sus registros no aparecen entre los 200 primeros «cronos» en el mundo. Ni en esta ni en otras Mesas Redondas se han abordado sucesos que han destapado dudas en la opinión pública y que también han significado una inversión del presupuesto público. En un hecho inédito, siguiendo con la natación, la mejor nadadora cubana de las últimas décadas, Elisbet Gámez, renunció a continuar las becas dadas por World Aquatics después que se le gestionó igualmente con algún funcionario estancias en Tailandia y Francia, a pesar de estar pasada en la edad.
La «Mesa Redonda» se originó 24 horas después de la sonada eliminación del equipo de voleibol masculino de los Juegos Olímpicos por parte de Polonia comandada por el considerado «niño genio» del voleibol cubano en este siglo XXI, el santiaguero Wilfredo León, nacionalizado polaco desde el 2015 y en el equipo nacional rojiblanco desde 2019.
“Una de las metas que nos habíamos propuesto era lograr la clasificación de un deporte colectivo como el voleibol masculino, que no lo hacía desde Río 2016. Todos sabíamos que era un proceso de clasificación muy difícil y, de lograrlo, la delegación superaría los 70 atletas. Al no conseguirlo, la delegación debe estar entre los 60 y 61 deportistas. Una cifra inferior a la llevada a Tokio (69), siendo la cuarta delegación más pequeña luego del triunfo de la revolución en unos Juegos Olímpicos”, se lamentó el directivo José Antonio Miranda ante el conductor Randy Alonso, principal vocero del gobierno cubano.
No se hizo mención a León ni al número de voleibolistas en uno y otro sexo que se han desmarcado del sistema deportivo cubano.
No obstante la presencia del federativo de canotaje ante las cámaras, las autoridades no expresaron ninguna crítica contra el Comité Olímpico Internacional por haber incluido en el Equipo Olímpico de Refugiados al campeón olímpico de kayak, Fernando Dayán Jorge, establecido en Miami tras fugarse en México en 2022. Para evitar roces directos con el COI, han preferido que sea el «el Granma» el que proteste.
Cuba tiene el pronóstico de situarse entre los 20 primeros lugares en el cuadro de medallas en París y para ello apuesta a los deportes de lucha, boxeo, atletismo, canotaje , judo y tiro.Abanderados de Cuba en Juegos Olímpicos: París 1900: Ramón Fonst, esgrima; San Luis 1904: Ramón Fonst, esgrima; París 1924: Ramón Fonst, esgrima; Ámsterdam 1928: José Barrientos, atletismo; Londres 1948: Raúl García, baloncesto; Helsinki 1952: Federico López, baloncesto; Melbourne 1956: Manuel Sanguily, natación; Roma 1960: José Yáñez, lucha libre; Tokio 1964: Ernesto Varona, pesas. México 1968: Héctor Ramírez, gimnástica; Múnich 1972: Teófilo Stevenson, boxeo; Montreal 1976: Teófilo Stevenson; Moscú 1980: Teófilo Stevenson; Barcelona 1992: Héctor Milián, lucha grecorromana; Atlanta 1996: Rolando Tucker: esgrima; Sydney 2000: Félix Savón, boxeo; Atenas 2004: Iván Pedroso, atletismo; Beijing 2008: Mijaín López, lucha grecorromana; Londres 2012: Mijaín López ; Río 2016: Mijaín López; Tokio 2020: Mijaín López y Yaimé Pérez,atletismo; 2024: Mijaín López e Idalys Ortiz judo.