Un joven padre cubano identificado como Samir fue detenido fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) durante una cita de rutina en Texas.
Así lo denunció “destrozada” su esposa y madre de una de sus hijas, Ana Samira Amador, que lamentó que los agentes de inmigración han roto “un hogar armonioso y lleno de amor”.
“Lo tienen detenido para deportarlo”, detalló en Facebook la joven radicada junto a su familia en la ciudad de Dallas.
Amador destacó además que su esposo fue arrestado, pese a que “es una persona correcta, vive para su familia y su hogar, no toma, no tiene conductas antisociales y no tiene ni un ticket de tráfico”.
“No sabemos cuánto duele algo hasta que lo enfrentas”, añadió al pedirle a las autoridades estadounidenses revisar “realmente” los casos de las personas que deportan.
Por otro lado, la muchacha se cuestionó “qué tanto necesitamos los cubanos demostrar un miedo creíble o ganar un asilo político cuando el mundo entero sabe la situación política y de cuanto ámbito se vive en Cuba hace más de 60 años”.
En tal sentido, Amador describió a Cuba como “un país desgastado de tanto abuso y mentiras, un pueblo que se desangra sin ayuda”. “Todos aquellos que lucharon por ver una Cuba libre y murieron por ella deben estarce retorciendo en sus tumbas porque como dijo Perucho Figueredo: ‘En cadenas vivir es vivir en afrenta y oprobio sumido’”, argumentó.
“Así están destinando a miles de cubanos a volver a vivir después de llevar años viviendo en este país”, dijo.
Si bien la cubana oriunda de San Germán, en Holguín, no especificó el estatus migratorio de su pareja, su arresto ha ocurrido en medio de la detención de cubanos cuyo amparo legal en Estados Unidos es un formulario I-220A, que les permite a los migrantes esperar su proceso de asilo bajo supervisión sin ser detenidos.
No pocos migrantes han sido detenidos de forma inesperada durante trámites rutinarios, sin tiempo para una defensa adecuada o revisión de su caso en profundidad, en tanto defensores de derechos humanos recalcan que el endurecimiento de las políticas migratorias impulsado por Donald Trump está afectando injustamente a personas sin antecedentes criminales.
