La cubana Mariela Garriga es la nueva gran sensación de la industria del espectáculo. Así lo confirma su rostro reluciente en la primera portada digital de la afamada revista Vanity Fair, en su versión española, y ya mucho antes que eso, sus esperadas apariciones en la serie Bosé y en la siguiente entrega de la saga Misión: Imposible 7, al lado de Tom Cruise.
Antes de partir de Cuba hacia Italia, a los 19 años, cuando todavía la confundían con una bailarina aun sin saber bailar, Mariela Garriga quiso ser arqueóloga. La vida al parecer no ha encontrado todavía un espacio para concretarle esa aspiración, pero sin buscarlo la adentró primero en el mundo del modelaje profesional y de ahí en el de la actuación, un ámbito donde primero se hizo muy conocida en los medios italianos.
No obstante, ahora su historia ya es muy distinta. El propio guionista de Misión Imposible: 7 fue quien la llamó para asumir un personaje en la historia que ha tardado más de tres años de rodaje. “Antes del anuncio de mi personaje yo estaba tranquila sabiendo que nadie sabía nada, podía concentrarme en mi personaje”, confesó la cubana en la entrevista con Vanity Fair. El resultado es que prácticamente de la noche a la mañana su vida dio un vuelco sin retorno hacia la fama mundial.
Antes que todos puedan ver su película con Tom Cruise, la cubana estrenará la serie Bosé, donde interpreta a Giannina Facio, el primer gran amor en la vida del gran cantante español Miguel Bosé y gracias al cual estableció excelentes relaciones de amistad con los actores de la serie y adquirió una madurez como artista luego de veinte años tras las cámaras.
En uno de sus post más reciente en Instagram, Mariela se pregunta a sí misma cuántas veces ha nacido y coloca las banderas de Cuba, de los Estados Unidos e Italia, el primer país que la acogió y del cual se convirtió en ciudadana hace muy poco, aunque ya había ganado también esa condición en los Estados Unidos. No obstante, su anterior vida en Cuba no ha sido un secreto para los grandes medios. La artista ha contado como planeaba llegar a la universidad desde la Isla y cuántos perros recogía y atendía en las calles de La Habana, la ciudad donde nació.
Aunque Mariela Garriaga no ha resultado ser todavía la bomba mediática que ha venido siendo Ana de Armas, sin dudas es una estrella naciente, otra más salida de Cuba y con el orgullo de haber conseguido el éxito mundial aun viniendo de un país cuyo nombre casi nunca resuena en los grande circuitos del espectáculo, y mucho menos en la industria cinematográfica de Hollywood.
