“Ese personaje tenía que ser para mí”, respondió apresurada la prometedora actriz cubana Osmara López cuando le preguntaron sobre el difícil proceso de concebir e interpretar a Jessica, la joven estafadora de “El derecho de soñar”.
En una entrevista reciente con el portal del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Osmara López admitió que en realidad se había presentado al casting para el personaje de Daniela y “fue como un balde de agua fría” cuando le entregaron a Jessica, cuya historia no conocía en absoluto. “Me decepcioné un poquito”, dijo.
“Pero al darme Luberta todos los detalles de lo que tendría que vivir este personaje maravilloso, me enamoré totalmente de ella. Ese personaje tenía que ser para mí. Yo creo que ella me buscó y yo corrí a sus brazos sin pensarlo dos veces. No podría explicarlo de otra manera”, agregó.
Al igual que muchos de sus colegas en “El derecho de soñar”, Osmara López tuvo que prepararse a partir de conocer, primero que todo, el perfil psicológico de Jessica, para saber por qué se comporta de la manera que lo hace. “Es una estafadora, por demás, muy joven; por tanto, tuve que estudiar mucho los comportamientos”.
Lo siguiente fue establecer una relación cercana y creíble con el actor Roberto Romero (su hermano en la trama) y a quien ella se refiere como un “excelentísimo” profesional. “Ambos teníamos que conocer esos detalles para crear todo ese mundo anterior que tenían ellos dos en particular”.
Sobre uno de sus momentos más especiales interpretando a Jessica, la joven actriz recuerda cuando se arrepiente ante Manuel, “y allí tuve que hacer otro trabajo de interiorización muy fuerte, de manera que entre tanta búsqueda me auxilié de una libreta para escribir en ella cada evolución en cada una de las escenas que grababa”.
“En los ensayos definimos muy bien cómo se movía física y emocionalmente Jessica, su familia, vida anterior en su provincia, qué había sucedido con su madre, por qué había decidido abandonar su casa con su hermano. Realmente fue un trabajo muy completo”, zanjó.
