Cuba sufre su segundo apagón masivo en apenas una semana. El lunes pasado, el incendio en un cañaveral de Ciego de Ávila provocó un corte de electricidad desde esa provincia hasta Guantánamo, y ahora un problema por definir dejó sin energía desde Matanzas hasta el extremo oriental de la isla, algunos lugares de La Habana.
“Se informa que ocurrió una afectación en el Sistema Eléctrico Nacional desde la provincia de Matanzas hasta Guantánamo, hasta el momento se están investigando las causas, se informará oportunamente una vez esclarecida la falla. Se trabaja en estos momentos en el restablecimiento del sistema”, reza la escueta nota de la Unión Nacional Eléctrica de Cuba (UNE).
Varias fuentes confirmaron a Cuballama que el apagón comenzó a media mañana del sábado, y el fluido eléctrico volvió en algunos rincones al filo de las 13:00 horas. Si bien el lapso fue relativamente breve, inquieta la extensión de los cortes.
A todas estas, la empresa que maneja el monopolio de la generación y distribución eléctrica en la isla no suele dar muchos detalles, y a veces bloquea los comentarios de la población en redes sociales, como para evitar que el post se les convierta en una suerte de muros de los lamentos y las catarsis…
En septiembre pasado, el azote del huracán Ian por la occidental provincia de Pinar del Río, provocó el colapso del sistema electroenergético cubano y en consecuencia la isla entera quedó a oscuras. La propia UNE calificó la situación como “cero total”, mientras los especialistas recurrían a la instalación de “microsistemas aislados con los grupos electrógenos” para garantizar el servicio eléctrico a entidades vitales.
La inédita crisis energética en medio de la emergencia ciclónica desató masivas protestas en varias ciudades del país, principalmente en La Habana, donde el apagón duró varios días debido a la caída de postes y árboles que afectaron el circuito local.
Desde inicios de este año y luego de un corto período sin cortes del servicio eléctrico, las autoridades del sector energético anunciaron la salida de varias plantas generadoras a causa de mantenimientos programados.
Por lo pronto, a inicios de febrero entró a la bahía otra central eléctrica flotante de la empresa Karadeniz Holding, de Turquía, contratada por Cuba para aportar unos 240 megavatios (MW), a la red electroenergética del país, mientras lidia con las constantes roturas de las envejecidas termoeléctricas y la escasez de combustible.
En noviembre pasado arribó el buque Karadeniz Powership Irem Sultan con una central capaz de generar los 110 MW. En total, se calcula que las centrales flotantes turcas generen desde distintos puertos el 15 por ciento de la demanda nacional. Por demás, el gobierno de Cuba no ha revelado cuánto pagará por este servicio, ni cuánto le costará hacer reparaciones duraderas, y no paliativas, en sus centrales.
