Un video publicado en Instagram que ha acumulado ya alrededor de 67 mil reacciones muestra la cara más triste de la educación de las actuales generaciones en Cuba.
Un niño de alrededor de 12 años debió responder a una pregunta para ganarse mil pesos y su respuesta, aparentemente muy graciosa, deja mucho que desear.
Tal vez uno pudiera creer que todo fue «actuado», o coordinado entre el entrevistador y el entrevistado, pero no; tal parece que no.
La pregunta era sencilla y consistía en mencionar cinco consonantes, pero sabe Dios que entendió el niño, si se equivocó o se puso nervioso, pero el hecho es que empezó a mencionar los símbolos del escudo de la república, mientras los demás a su alrededor comenzaban a reírse.
Lo último que mencionó fue el libro de «los poderes», o algo así, que no se sabe ni qué es.
Los comentarios dejados en la publicación de Instagram reflejan una mezcla de humor y preocupación por el estado de la educación en la isla. Otros destacan la creatividad e improvisación del niño.
Sin embargo, no todos los comentarios son de diversión. Algunos expresan tristeza y preocupación: «Que triste ver, como adultos se ríen, de esto, sin pensar que esos niños no tienen futuro si nosotros los adultos no les enseñamos y le permitimos eso. Ayuden a esos bbs, y corríjanlos», señala un usuario, reflejando una preocupación compartida por muchos sobre el futuro de la educación y la juventud en Cuba.
La referencia al «libro con poderes» ha generado curiosidad y risas, pero también reflexión sobre lo que este momento capturado en video dice sobre la sociedad cubana actual. Mientras algunos especulan humorísticamente sobre la naturaleza de este libro, otros ven en este incidente un síntoma de problemas más profundos en el sistema educativo y en la sociedad en general.
Este video, aunque pueda parecer un momento de risa para muchos, abre el debate sobre la calidad de la educación en Cuba, la responsabilidad de los adultos en la formación de las nuevas generaciones, y cómo la sociedad en su conjunto puede y debe hacer más para asegurar un futuro mejor para sus jóvenes.
La mezcla de humor y preocupación en los comentarios refleja la complejidad de los desafíos que enfrenta la isla en este aspecto, invitando a una reflexión más profunda sobre las prioridades y el camino a seguir para mejorar la educación y, con ella, el futuro de Cuba.
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