La muerte de los dos ciclistas cubanos en el Rickenbacker Causeway el pasado domingo pudiera no haber sido en vano.
Y no es que con ello se les vaya a devolver la vida a ambos, pero lo sucedido con los dos ciclistas cubanos pudiera incidir en un futuro más seguro para los ciclistas en esa vía y eventualmente en que más ninguno muera por esa causa.
Sí, porque los dos ciclistas cubanos no han sido los únicos que han muerto en el Rickenbacker Causeway; de hecho, han muerto más. Y han muerto peatones también. La vía, que en un inicio solo se concibió para autos, luego fue sufriendo ligeras transformaciones y comenzaron a circular por allí ciclistas y peatones pero el tema «seguridad» no fue tomado tan a pecho.
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Sin embargo, tras la muerte de los dos ciclistas cubanos el pasado domingo, la comunidad de ciclistas, que es numerosa, se fue hasta la Comisión del Condado de Miami-Dade el martes, para exigir más protección. Entre las demandas alegan que el hecho de que los carriles para ellos estén «pintados» y delimitados, no ofrecen seguridad alguna. De hecho, es una fina línea, de pulgadas, entre una bicicleta y un auto. Entre la vida y la muerte.
Los dos ciclistas cubanos fueron identificados como Yaudys Vera y Ogniana Reyes. Ambos nacidos en Matanzas, Cuba, y residentes en Miami.
La «solución» por el momento no está en la mano, pero la comunidad de ciclista puede decir que tiene de su lado a una defensora de estas causas: a la alcaldesa de Miami Dade, Daniella Levine Cava.
Esta explicó en la comisión que el dinero, la burocracia y visiones encontradas para resolver ese problema han frenado el progreso.
La alcaldesa dijo que esas carreteras «han sido diseñadas estrictamente para automóviles” y que ahora se han tenido que remodelar; y reconoció que el problema es que nunca se pensó en peatones y ciclistas.
Levine Cava habló de diseño incluso.
“Tenemos que diseñar pensando en los peatones y ciclistas,» dijo, y reconoció que no es un problema sencillo pues incluso entre la comunidad de ciclistas hay desacuerdos.
Una de las ideas que ella defiende, es la de añadir carriles adicionales al puente.
Lo importante ahora, y de hecho será lo que de verdad sirva para decir que la muerte de los dos ciclistas cubanos no fue en vano, es empujar en favor de esas mejoras.
Habrá que ver como Miami-Dade construye vías para los ciclistas, allí en lugares donde no parece existir la posibilidad de hacerlo pero, sin dudas, el progreso dice que cada vez habrá más ciclistas, y gente interesada en la vida sana, que conductores.
Entonces hay que pensar en ellos. Que ni siquiera cuentan con una defensa de metal en su cuerpo para defenderse de la embestida de un carro.
