El legendario músico Oscar Valdés Campos murió este jueves en La Habana a los 85 años.
Reconocido percusionista y vocalista, Valdés nació en La Habana el 12 de noviembre de 1937. Su vocación por la música vino desde el seno familiar. Su padre fue percusionista y sus tíos fueron percusionistas y cantantes. Formó parte de las orquestas de Benny Moré, la Orquesta Cubana de Música Moderna, Irakere y Diákara.
“En 1949 se inició en la música, aprendiendo de grandes maestros los toques batá, la construcción de los tambores abakuá, los batá y los chequeré. Estudió con los maestros Guillermo Barreto y Salvador Admiral y en el Conservatorio Alejandro García Caturla”, señaló el Instituto Cubano de la Música.
“En 1972, al fundarse el grupo Irakere bajo la dirección de Chucho Valdés, se integró como cantante y percusionista. Su trabajo con esta agrupación fue hacer las letras y las ideas ritmáticas del grupo: el uso de los batá y la parte folklórica, mientras que Chucho creaba la música y las orquestaciones”, añadió la nota.
Por su parte, la destacada investigadora Rosa Marquetti indicó:”Pogolotti y Cuba entera se hacían presente con el sonido de sus tumbas, sus tambores batas y toda la parafernalia a la que sabía sacar sonidos únicos. Será imposible hablar de la afro percusión y del jazz afrocubano sin situar su nombre entre los grandes. Irakere, Diakara también son él, su voz y sus tambores, que sonarán siempre como continuación del legado de una de las dinastías de músicos cubanos más grandes y duraderas. MAESTRO OSCAR VALDES, descanse en paz aunque cese nunca su música”.
Con la fundación del grupo de jazz Diákara, siguió la línea creativa que había comenzado con Irakere- con el que ganó un Premio Grammy— pero a mayor profundidad. De ahí que realizó arreglos muy interesantes a temas como Lágrimas negras, Mamá son de la loma, A romper el coco y Xiomara.
Tras su muerte varios músicos e instituciones cubanas han enviado sentidos mensajes de condolencias a su familia.