El hijo de Ernesto Che Guevara murió este lunes a los 60 años por causa de un infarto informaron medios de prensa, mientras se encontraba de visita en Venezuela. Camilo Guevara fue el segundo hijo del polémico guerrillero junto a su también segunda esposa Aleida March.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, así como los medios oficiales de la Isla se hicieron eco de la noticia y enviaron mensajes de condolencias a la familia, especialmente a la madre, las hermanas y los hijos de Camilo, quien nació un 20 de mayo de 1962, cuatro años antes de que su padre terminara siendo apresado y ultimado en Bolivia.
“Con profundo dolor decimos adiós a Camilo, hijo del Ché y promotor de sus ideas, como directivo del Centro Che, que conserva parte del extraordinario legado de su padre. Abrazos a su madre, Aleida, a su viuda e hijas y a toda la familia Guevara March”, escribió en twitter el mandatario cubano.
Ernesto Guevara y Aleida March tuvieron primero a Camilo y luego otros tres hijos: Aleida, Celia y Ernesto. Sin embargo, el guerrillero ya había sido padre por primera vez al lado de su primera esposa, la peruana Hilda Gadea, con quien tuvo a su primogénita, bautizada con el nombre de la madre.
Los medios oficiales cubanos consultaron a miembros de la familia y pudieron confirmar que la causa exacta de la muerte de Camilo fue un trombolismo pulmonar que derivó en un infarto, mientras se encontraba en Caracas, según explica una información de la agencia Prensa Latina.
Los detalles de su viaje al país latinoamericano no han sido detallados pero presuntamente habría podido trasladarse hasta allá por motivos laborales. El hijo de Guevara se había entregado a la conservación de la memoria de su padre y se encontraba dirigiendo el centro de estudios que lleva su nombre en La Habana.
Muchos de los medios internacionales que reseñaron la noticia, se refirieron también al comportamiento de Camilo, quien siempre dejó ver el parecido intelectual que guardaba con su padre, así como su herencia política de apoyo a la revolución cubana, algo que pudo mostrar durante los años del deshielo en las relaciones políticas entre Cuba y los Estados Unidos, cuando se mostró escéptico al respecto.
