La actriz cubana Mónica Alonso, recordada con cariño por su brillante participación en la teleserie juvenil de 2002 “Doble Juego”, asegura que definitivamente fue Isabel el personaje que más impacto ha tenido en su vida.
Aunque también ha protagonizado largometrajes como “Perfecto amor equivocado” y “Esteban y el piano”, esa adolescente conflictiva pero de buen corazón que sufre violencia doméstica y lidia con la adicción de su madre se ha quedado tatuado en la memoria colectiva de los cubanos.
En una entrevista reciente con la plataforma Cuba Actores, a Mónica Alonso le preguntaron: “Si tuvieras que elegir un personaje para preservar en el futuro, ¿cuál sería?”. “Obviamente sería Isabel…”, respondió.
La actriz de 40 años, a quien a menudo confunden con Ana de Armas, contó que emigró a España hace 21 años. Al igual que De Armas, Mónica se mudó a España para perseguir un mejor futuro, luego de que falleciera su padre en 2005.
Aunque regresó a Cuba después de casi una década, retomó sus planes de emigrar debido a la lastimosa situación económica y social del país caribeño.
Ahora dice que ha aprendido a ser como un “caracol” y llevar su casa a cuestas, eso sí, solo si en ella vive su querida hija Habana. “Hace años aprendí a ser caracol, así que donde esté mi hija, está mi casa”.
Sobre cómo canaliza su pasión por la actuación en la actualidad, Mónica aseguró que aplica su método en “casi todo”. “Aprendes a convivir con lo que amas, a la fuerza”. Dice que actuar, para ella, significa, sobre todo, “libertad”.
En su caso, contar con el apoyo de su familia es fundamental. “Es como un súper poder que tengo. Ellos son una extensión de mi propio espacio vital y mi felicidad es una consecuencia de la suya”.
“Prefiero ser despiadada, antes que ególatra. Pero adoro la filantropía”, zanjó cuando le preguntaron cómo se describía a sí misma.
