Aunque lo que estudió de pequeña fue ballet, Mónica Alonso siempre tuvo claro que su pasión era actuar. Ahora, con 40 años y una figura espectacular, la actriz cubana se mantiene alejada del ojo público y sus fans se preguntan qué ha sido de su vida.
Su última publicación en Instagram, donde la siguen casi 20 mil personas, fue en octubre, con un video donde precisamente celebraba su cumpleaños número 40 saltando sobre la cama y asegurando que se siente como una niña.
“¡Nunca pensé que llegaría a los 40! Visto desde la perspectiva infantil de la niña de 8 años que aún soy, y que espero seguir siendo. No sé en qué mundo vivo, no sé quién soy, no sé aún experimentar más que sensaciones con un pensamiento cada vez más primitivo y adherido al viento”, escribió en aquel momento.
Mónica Alonso confiesa que no sabe “qué es el tiempo ni cómo se administra” y, a pesar de su esbelto físico e inigualable belleza, considera que “todo se reduce a nada” si estamos pendientes de “la elastina, el colágeno, la ginestética…”.
A su hija, que bautizó como Habana, la describe como su luz. “Solo veo luces… por eso te veo a ti. ¿Quién soy yo sin el amor?”, le dedicaba en octubre.
En la cumbre de su carrera como actriz de teatro, cine y televisión, muchos confundían a Mónica Alonso con su colega y compatriota Ana de Armas, cuando esta última se encontraba filmando la serie española El Internado. Incluso una nota de Cubadebate llegó a ilustrar con la foto incorrecta un artículo sobre su vida.
Al igual que Ana de Armas, Mónica se mudó a España para perseguir un mejor futuro. Ocurrió luego de que falleciera su padre en 2005. Aunque regresó a Cuba después de casi una década, retomó sus planes de emigrar debido a la lastimosa situación económica y social del país caribeño.
“Estaba indignada como trataban a los actores y los profesionales en sentido general. El chofer de la película donde trabajaba, cobraba más que nosotros. No le quito méritos a su trabajo, pero tampoco me gusta que me quiten méritos al mío; me paso toda la noche estudiando mi personaje, creándolo…”, dijo en una entrevista con Somos Miami TV en mayo de 2020.
Mónica, que conquistó el corazón de los cubanos cuando dio vida a Isabel en la popular serie “Doble Juego”, el personaje de una adolescente con problemas de conducta, que en realmente era víctima del abandono y la violencia de su madre.
“Recuerdo todo el proceso, desde el casting hasta la última secuencia que grabamos, con mucha nostalgia porque, a pesar de todo el sacrificio que entrañó realizar esta teleserie, nos otorgó la posibilidad de mostrar el talento de nuestra generación de actores”, comentó en una entrevista para la Televisión Cubana a principios del año pasado.
De vuelta a Madrid, comenzó a enfocarse en otra fase de su vida: la medicina china, clases de pilates y yoga. “Sigo creyendo muy seriamente que soy artista y no le quito pensamientos ni fuerza a ese ser que habita dentro de mí”, dijo.
Desde aquel momento, Mónica Alonso lleva “una vida más sosegada, más relajada en todos los niveles, con tiempo para hacer más cosas: teatro, escribir… ¡Me encanta escribir!”.
Es una diva del teatro, de eso no tiene duda nadie que la conoce, pero también ha actuado en varios largometrajes y cortos, en series de televisión y ha sido modelos de numerosos videos clip musicales.
Cuando desde el ICRT le preguntaron ¿Qué es lo que hace que sigas dedicándote a esta profesión?, Mónica Alonso respondió:
“Me parece aburrido ser siempre uno mismo, y me parece fascinante traspasar las barreras de las etiquetas con las que tenemos que lidiar a diario. Creo que elegí esta profesión entre tantas para poder escapar de mí, de mis historias, de mis problemas, de mis inflexiones, y de mis reflexiones, por ser más que yo misma, por ser más que una sola”.
