Según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en 2022 los cubanos residentes en el exterior fueron el segundo grupo más importante de visitantes al país, con un total de 333.191 cubanos llegados a la Isla desde otras naciones.
Este, sin embargo, es el panorama de los cubanos que regresan como turistas a la isla, después de lograr la legalización de su estatus migratorio fuera. Ese que les permita regresar un vez cumplido el tiempo de vacaciones en la isla.
La tendencia, no obstante, no es esta, y de ello se encarga de demostrarlo un artículo publicado en el diario nicaragüense La Prensa, donde se destaca que alrededor de 300 mil cubanos que viajaron a Nicaragua, nunca tomaron sus vuelos de regreso a la isla.
El trabajo periodístico señala que el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino en Nicaragua registró un aumento significativo en la cantidad de pasajeros que ingresaron en 2022, pero que no volvieron a tomar el mismo vuelo para salir del país.
Según datos del Banco Central, este aumento se debió a la llegada de más de 300,000 cubanos que buscaban llegar a Estados Unidos después de que el régimen de Ortega suspendiera el requisito de visa de tránsito para ellos.
Esto generó una distorsión en las estadísticas oficiales, ya que el número de desembarques superó con creces al número de embarques, y aunque el régimen pretendía aumentar el intercambio comercial y el turismo, también buscaba presionar a la administración de Joe Biden por las sanciones contra el orteguismo.
El artículo señala que el aumento del número de pasajeros que ingresaron a Nicaragua no se debió al turismo internacional, ya que los migrantes cubanos no utilizan los hoteles del país y su presencia no beneficia a la industria turística.
Además, expresa el trabajo a modo de conclusión, la estrategia del régimen de Ortega para dar oxígeno a las finanzas de la Empresa Administradora de Aeropuertos Nacionales e Internacionales mediante el desvisado a los cubanos estaría en jaque debido a la política más estricta del gobierno de Biden sobre la liberación de migrantes en la frontera sur, especialmente cubanos, nicaragüenses, venezolanos y haitianos.
Son cubanos que nunca regresaron a Cuba, al menos no por ahora.
Forman parte de la oleada migratoria de más de 1,5 millones de inmigrantes que según Raúl L. Ortiz, jefe de la Patrulla Fronteriza de los EE. UU., ingresaron a los Estados Unidos desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo.
La estimación de Ortiz incluye 1,3 millones de «fugas» exitosas que fueron detectadas por agentes de la patrulla fronteriza y sistemas de vigilancia, además de 200.000 migrantes adicionales no rastreados. Ortiz también reveló que el número de «fugas» ha ido en aumento.
La administración Biden ha permitido la entrada de más de 4,2 millones de inmigrantes económicos a Estados Unidos desde enero de 2021, lo que representa más de un migrante por cada uno de los 3,7 millones de nacimientos en Estados Unidos en 2022.
Más de 300 mil eran cubanos.
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