Cuba ha registrado más de 4.200 réplicas tras los dos fuertes sismos ocurridos el domingo 10 de noviembre cerca del municipio Pilón, en Granma.
Según informó en Facebook Enrique Diego Arango Arias, jefe del servicio sismológico nacional del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), hasta las 5:59 de la mañana de este lunes 18 se han registrado 4.266 réplicas de los terremotos con epicentro a unos 40 kilómetros al sureste de Pilón, unas 103 probablemente perceptibles.
“Comienza a ‘despertarse’ el resto de la falla Oriente que estaba dormida en los últimos días, hasta ahora normal en las zonas cercanas a Santiago de Cuba”, advirtió el experto este domingo, cuando además pidió no divulgar informaciones falsas para desatar el pánico entre la población.
De acuerdo con el informe más actualizado del CENAIS, en las últimas 24 horas se contabilizaron 217 sismos: 209 de magnitud 0.7 a 3.2 en la zona de Pilón-Chivirico y uno en Cabo Cruz, de 2.3, en Granma; y siete de intensidad 0.8 a 1.5 en Santiago-Baconao (Santiago de Cuba).
Hasta el domingo, justo una semana después de que tras los terremotos que alcanzaron una magnitud de 6.0 y 6.7 y dejaron daños y heridos en Granma y Santiago de Cuba, se habían registrado 2.060 réplicas, 101 de ellas presumiblemente perceptibles.
A tenor con lo reportado este lunes por el Gobierno, los terremotos del día 10 afectaron al menos 9.365 estructuras, de las cuales, de las que 6.428 han sido calificadas como afectaciones menores, “por lo que la recuperación debe avanzar allí más rápido”.
Luis Rojas Yero, subdirector técnico de la Dirección de Vivienda de Granma, la provincia más afectada, informó preliminarmente que se habían visto afectadas al menos 3.518 viviendas, entre las que se contaron 513 derrumbes parciales y 54 totales, incluidos 38 caídas completas de techo y 313 desplomes de cubiertas.
Pilón, donde muchos damnificados permanecen en tiendas de campaña, tuvo el mayor número de viviendas afectadas (830), seguido por Campechuela (759), Bartolomé Masó (663), Buey Arriba (445), Media Luna (337) y Manzanillo (248).
En cualquier caso, ha sido muy criticada la gestión de las autoridades cubanas de este desastre ya que su ayuda ha sido bastante limitada.
Habitantes del mismo Pilón han denunciado que todavía hay zonas gravemente afectadas, con viviendas derrumbadas y familias sin comida, agua o un lugar donde dormir.
También desde el municipio granmense Campechuela se han quejado de la falta de atención de las autoridades a las familias afectadas.
Al mismo tiempo, los movimientos telúricos de los últimos días han puesto en evidencia la necesidad urgente de mejorar la calidad y la seguridad de las construcciones en el país.
Eberto Hernández Suros, ingeniero geólogo y coordinador del CENAIS en Granma, declaró al oficialista periódico Granma que las deficiencias en la calidad de muchas edificaciones son, en gran medida, consecuencia de violaciones al código sísmico vigente en Cuba desde 2017.
Este reglamento establece las características sismorresistentes que deben cumplir todas las construcciones en el territorio nacional, pero su incumplimiento ha dejado muchas estructuras vulnerables ante los sismos.
El especialista dijo que, además del código sísmico, cada obra debe realizarse considerando parámetros vinculados con la calidad, el empleo de materiales adecuados y el cumplimiento de las normas constructivas.