Joe Biden no ha recibido en la Casa Blanca a ninguno de los organizadores de la manifestación en Washington del pasado 26 de julio
El pasado lunes 25 de julio miles de cubanos se unieron en una manifestación en Washington para exigir libertad para la isla.
De acuerdo con cálculos de los propios participantes eran entre 50 mil y 60 personas. Las imágenes de aquel día se viralizaron en redes sociales. Los que acudieron desde diferentes ciudades de Estados Unidos cuentan que apartaron todas las diferencias, cualquier punto en que no estuviesen de acuerdo. Lo primordial era apoyar a los cubanos de la isla y exigir el cese de la represión por parte de la dictadura.
Entre los que participaron en la protesta frente a la Casa Blanca el pasado 26 de julio había cubanos de diferentes generaciones e influencers que convocaron desde sus canales de redes. Ninguno de ellos fue recibido en la Casa Blanca el pasado viernes 30 de julio.
En gran parte de la comunidad cubana de Miami esta decisión del presidente Joe Biden ha incomodado bastante. Se dice que los demócratas prefieren ignorar los llamados a la intervención que resonaron en la manifestación de Washington. Y han elegido para conversar a activistas más afines con el partido azul.
Lo cierto es que la medida contra la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y sus dos principales ejecutores, y la posterior declaración del presidente Biden de que habría más sanciones de no ocurrir un cambio drástico en la isla, no han resuelto nada.
La dictadura sigue reprimiendo, no para desde el 11 de julio. Sus ministros y voceros lo niegan, pero la organización no gubernamental Cubalex contabiliza más de 700 detenidos.
En un artículo publicado en The Washington Post por el periodista independiente Abraham Jiménez Enoa se enuncia cuál es el ambiente hoy en Cuba:
«El castrismo, un viejo zorro experimentado en revertir escenarios desfavorables, está intentando tornar las protestas a su favor y ajustar algunas cuentas que tenía pendiente. Ya que la gente osó salir a la calle en masa por primera vez en 62 años y nos desafió, parecen haber dicho aprovechemos. Aprovechemos este contexto y encarcelemos por fin al artista Luis Manuel Otero para acabar de dinamitar al Movimiento San Isidro, cuyos líderes están presos o en el exilio. Aprovechemos y volvamos a encerrar al opositor José Daniel Ferrer y a otros activistas políticos. Aprovechemos y coaccionemos aún más a los periodistas independientes que siguen contando la realidad. Aprovechemos para, a golpe de represión, intimidar a toda esa ciudadanía que cada vez más está dispuesta a cambiar el orden de las cosas en el país».
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