La modelo cubana y ex chica reality Lisandra Silva no es ajena al mundo del entretenimiento. Ha participado en programas como “Ciao Darwin”, “Nuestra Belleza Latina” y “Doble Tentación”, lo que la ha hecho muy visible al ojo público.
Sin embargo, las polémicas pueden afectar a cualquiera, y en el caso de Silva, algunas han estado relacionadas con sus hijos. Un ejemplo de esto fueron los duros mensajes que recibió después de mostrar en redes sociales a su hijo Noah tras su nacimiento.
Las críticas abundaron sobre el físico del pequeño, fruto de la relación de Silva con el bailarín chileno Raúl Peralta, con quien estuvo durante más de cinco años.
En una entrevista reciente para el podcast “Más Que Titulares”, dirigido por la creadora de contenido Javiera Quiroga, Silva abordó nuevamente ese difícil momento con varias reflexiones.
«No hay nada malo con tu hijo, nada. Le ves todo perfecto y luego lo muestras, porque quieres que tus seguidores, la gente que te ha visto por nueve meses con una panza así de grande finalmente conozca al tesoro más grande de tu vida. Y ver comentarios tan fuera del universo, te deja perpleja. Me daba tristeza ajena sobre todo de la persona de la que venía», comentó Silva en la entrevista.
Además, agregó que, para ella, estas personas están dormidas e incapaces de ver más allá de lo que es un ser humano, “una cosita hermosa, un ser de Dios inocente”.
Indignada, Silva se preguntó en la entrevista: “¿Cómo puedes opinar algo así? Opinar sobre el físico de una persona, de un niño, es súper delicado. Tienen que pensar más allá, de que esa persona tiene alma, sentimiento, está pasando por millones de cosas que tú no sabes”.
La modelo recalcó que, en su opinión, cuando alguien opina sobre otra persona, realmente está revelando lo que siente en su interior, “lo que tú tienes en tu cabeza, lo que tienes en tu corazón. Entonces, cuando tú tienes un pensamiento, una opinión sobre una persona, analízate tú: ¿por qué piensas que esa persona es así?, ¿por qué opinas esto?».
Finalmente, la mamá de los adorables Noah y Leiah concluyó sobre el asunto: “Si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada”.