El humorista cubano Limay Blanco decidió poner fin al programa de ayuda a necesitados que mantiene desde hace tres años en la Isla. Cristo cambia vidas es el nombre del empeño que concluirá por causa de una acusación pública que le hiciera al comediante la madre de una niña enferma.
Mailyn Carbonell Mengana acusó a Limay de robarse el dinero recaudado en el caso de su hija, la niña Legan Angelina Verdecia Carbonell, la cual consiguió salir de Cuba a través de ese programa de ayuda. Aun cuando la niña y su madre viajaron a Italia para atender un grave padecimiento ocular que comprometía su visión y que no podía ser atendido en Cuba, la madre de la niña ofreció entrevistas a numerosos youtuber y estableció directas en sus redes sociales para incriminar al fundador del programa.
El intérprete del simpático Muñi Muñi aseguró a sus seguidores en redes sociales, así como a las personas que realizan donaciones tanto dentro como fuera de Cuba, que el dinero en cuestión nunca estuvo en sus manos. Explicó además que la suma recaudada había sido depositada en una cuenta de Miami y que desde allí se podría ir sacando paulatinamente. “Se lo quise explicar, pero ella la cogió conmigo”, justificó el artista, quien dijo también que la mujer quería todo el dinero de una sola vez.
Muy conmovido por haber sido tildado como delincuente y ladrón, el humorista declaró que ni siquiera lo que circulaba sobre su persona en las redes sociales le preocupaba tanto como la opinión que sobre su labor había declarado la madre de la niña. “Ella sabe todo el tiempo que yo le dediqué a esa familia. Mi logro más grande es haber sacado a esa niña para Italia. Maldito dinero”, sentenció Limay.
La labor humanitaria del actor ha sido muy conocida a través de las redes sociales, por donde han circulado las imágenes de momentos tan conmovedores como la entrega de artículos y viviendas reparadas a familias muy humildes y prácticamente desamparadas por el estado cubano. Además, en el caso particular de los menores, el programa de ayuda se encargó de hacer hincapié y sobre la propia Legna, aseguró Limay que la trataba como su hija, que su cariño hacia ella era inmenso y que por ese motivo le duele tanto la situación.
“Qué le digo a mis hijos el día que vean que su padre en vez de ser un canal de ayuda y bendición para muchas familias fue un ladrón. Como les digo que tantas horas de trabajo, tantas lágrimas que tuve por ayuda a una familia, fueron en vano. Ayer Limay era un ángel caído del cielo, un enviado de Dios, una persona que no le cabía ese corazón en el pecho y hoy soy un ladrón”, lamentó.
