La llegada de Puentes de Amor a Panamá a «visitar» a Buena Fe deja serios cuestionamientos en el tintero.
¿Son un grupo humanitario o un grupo que hace proselitismo político en un solo sentido, favorable todo el tiempo a los intereses de La Habana?
¿Cuándo, por ejemplo, pedirán «dos vías» para ese puente? ¿Cuándo pedirán que La Habana restituya los derechos de sus ciudadanos; del que está dentro y el que vive fuera?
Un puente está formado básicamente por 2 partes principales: el tablero y los apoyos. El tablero se sustenta en los apoyos. Están además los estribos – así se le llama a los laterales del puente – y el bastión. En todas esas partes Puentes de Amor tiene roturas.
El estribo de un puente es su elemento estructural en el que el tablero se apoya en ambos extremos. El estribo se cimenta sobre el terreno y tiene como función principal servir de elemento de transición entre la vía y el tablero. El bastión, por su parte, es el elemento que supone el apoyo fundamental para un determinado tramo del puente; mientras que los tramos sostienen las pilastras y los bastidores del puente.
¿En cuál de todas estas partes, tuvo daños estructurales Puentes de Amor en Panamá? En todas.
Es innegable el derecho que le asiste a todo el que quiera a unirse a Puentes de Amor. También es innegable el derecho que tiene todo periodista en escribir un artículo – o columna – de opinión.
«Nada» con relación a la visita repentina de Buena Fe a Panamá está claro. A excepción, claro está, de que con la benevolencia del gobierno pudieron viajar con el pasaporte oficial y en menos de 24 horas.
Quizás en un período mayor de tiempo se organizó la operación; que incluyó una «visita» desde la ciudad de Miami a Panamá, por parte de miembros o afectos de Puentes de Amor. Al parecer no fue un charter lo que se alquiló, sino que se viajó por Spirit, desde Fort Lauderdale; y se regresó, no sabemos por qué aerolínea, a Miami.
«Nada» con relación a la presencia del grupo de fans de Buena Fe y Puentes de Amor en Panamá está claro. Es notoria la poca transparencia «por asuntos de seguridad» que pone en práctica el grupo, cada vez que organizan algo.
Puentes de Amor no ha expuesto de manera diáfana cómo gestiona sus recursos. Cuánto recibe y de quién, y cómo los eroga; y ese cuestionamiento a su labor está dado también por ese detalle: la transparencia en cuanto a los fondos.
Está claro para muchos en Miami que del bolsillo del controvertido Erich Concepción no saldría jamás un peso para ir a Panamá de repente, 20 años después. Erich Concepción es más de ir a Europa. A Panamá viajó acompañado de Elay Rodríguez y se hospedó en un hotel. Quienes conocen a Erich Concepción sabe bien que fondos, personales, no hay para eso. Él mismo lo reconoció: «Me lo pagó un amigo», pero no dijo quién.
Erich Concepción asegura que él no pertenece a Puentes de Amor, pero lo resquebraja más que ninguno.
Si algo se pudo armar y conocer de la visita de Puentes de Amor y Buena Fe a Panamá se debe a la cronología hecha en el tiempo – y en video – por Concepción y Rodríguez, que se encargaron de documentar paso a paso, gritería incluida, lo que había estado sucediendo en Panamá.
¿Que Israel Rojas recibió y abrazó al profesor Carlos Lazo, líder de Puentes de Amor? ¿Qué tiene de malo? ¿Que Rojas, Lazo y Erich Concepción, cantaron juntos, de manera improvisada una canción? Está bien. Es su derecho. El problema no es ese. El problema es el contexto y su imagen. Lo que transmite.
A todas luces esta parafernalia, montada por La Habana o no, responde de maravillas a los intereses de La Habana. Tanto Carlos Lazo, como Erich Concepción y toda la caterva de seguidores, están muy lejos de aquilatar varias cosas:
Una, que el puente, hasta ahora, es de un solo sentido. Dos, ni siquiera Lazo parece preparado para entender la dinámica de lo que ha sucedido y está sucediendo en cuanto al tema «Cuba». Tres, Concepción, como «imagen del diálogo» está muy lejos de reunir los requisitos para sumar y convocar adeptos. Basta leerlo y verlo en Facebook para darse cuenta de que – al menos en su proyección – no representaría a los intereses de Puentes de Amor.
Cuatro, basta conocer y revisar la historia reciente de «diálogos» propuestos por el gobierno de La Habana para darse uno cuenta que no están interesados en diálogo alguno sino en seguir atrincherado en sus ideas. Basta escucharlos y conocerlos, para darnos cuenta de la poca capacidad para canalizar inquietudes distintas y contradictorias a sus creencias e ideología.
Cinco, no se puede hablar de restaurar los lazos ni de establecer Puentes de Amor si La Habana no da señales siquiera, de querer restaurar de manera íntegra, sin condicionamientos y filias políticas, los derechos de su emigración. Emigración que sostiene, a base de remesas, buena parte de la economía del estado y constituye, según datos y cifras, el tercer «motor» que más aporta ingresos al PIB de la isla.
Seis y fundamental, que no se puede hablar de Puentes de Amor y diálogo, sino se restablece antes el diálogo plural; ese que incluye como temas «LIBERTAD» y «DERECHOS HUMANOS» como premisa fundamental a la hora de restituirle la felicidad ante las carencias, a los cubanos y Puentes de Amor ha sido claro y enfático: ellos no se apartarán de sus cinco puntos principales propuestos.
Y un séptimo, no se puede hablar de Puentes de Amor y diálogo, si la población ni siquiera tiene acceso a conocer por los medios oficiales, ni siquiera debatir o proponer, mediante un mecanismo alternativo, discusiones sobre Leyes y Decretos establecidos o en vista a establecerse, y que contienen cientos de puntos flacos y contradictorios en sus estatutos. Pienso, por ejemplo, en el Nuevo Código Penal.
¿Qué ofrece Puentes de Amor, a cambio, al margen de viajar de Miami a Panamá a escuchar y aplaudir a Buena Fe?
«Nosotros en nuestro movimiento, en nuestra organización en Puentes de Amor casi siempre nos tratamos de mantener en un solo objetivo, en una sola línea: el levantamiento de las sanciones. Incluso cualquier otro ruido en el sistema que entre, de eventos en Cuba o en los Estados Unidos que nos hagan mirar hacia otro lado, yo urjo a nuestros seguidores y a los miembros más cercanos de nuestra organización a que no entren en ningún tipo de debate de esos. Nosotros tenemos un objetivo: que básicamente está enfocado en las seis características de nuestra petición; los seis puntos que son: reapertura de Embajada (la de EE.UU. en La Habana), Remesas, Reunificación Familiar, Vuelos regulares a provincia, viajes de norteamericanos y lazos científicos y económicos en nuestros pueblos.»
Eso no lo ha inventado la prensa independiente y «mercenaria». Lo ha dicho el propio líder de Puentes de Amor.
