En un movimiento que refuerza las relaciones bilaterales entre Cuba y México, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel ha firmado un acuerdo para el envío de 1200 médicos cubanos a México; un acuerdo que se produce en un momento en que la demanda de servicios médicos ha aumentado significativamente en México, país que busca suplir la falta de personal médico en diversas regiones del país, especialmente en áreas rurales y comunidades desfavorecidas.
Sin embargo, este acuerdo, y el que han logrado con la región de Calabria, en Italia, que ya suma más de 300 galenos cubanos en sus hospitales, ha generado controversias; y no solo por el hecho de que la partida deja a los cubanos en la isla sin menos profesionales de la salud que los atiendan.
Por si fuera poco, algunas voces críticas argumentan que los médicos cubanos son empleados en condiciones que no cumplen con los estándares internacionales de compensación y derechos laborales; aunque en el caso de México e Italia todavía se desconoce la magnitud en este aspecto.
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El régimen cubano ha estado cerrando acuerdos de un tipo u otro con gobiernos de otros países tomando como punto de partida – digámoslo así – el tener en común un enemigo político: Estados Unidos.
Recientemente se conoció que Turkish Airlines ha incrementado sus vuelos entre Estambul y La Habana, anunciando que a partir de ahora realizará tres vuelos semanales los días lunes, miércoles y viernes.
Este aumento de frecuencia e incremento en la oferta de vuelos a Cuba, facilita el acceso y las oportunidades para viajeros y negocios entre ambos países y para países aledaños, y a la vez representa una fuente de ingresos «adicional» para la isla, por lo que se presume que detrás de eso exista algún acuerdo entre ambos países, teniendo en cuenta que el turismo turco hacia Cuba es muy bajo, y el cubano hacia Turquía es casi escaso.
Igualmente la visita reciente del máximo dirigente cubano a Rusia tuvo como objetivo palpable la felicitación a Putin por «lo bien que está haciendo las cosas en Ucrania», y de esto se sacó alguna ventaja económica que no se ha anunciado aún.
La isla parece cada día más ruso dependiente y una muestra palpable de ello parece ser el hecho de que desde finales de 2022, Cuba ha comenzado a aceptar las tarjetas rusas MIR en puntos de venta y cajeros automáticos, un movimiento que refleja el acercamiento entre Cuba y Rusia en el ámbito económico y turístico.
A lo largo de 2023, este sistema se ha ido implementando gradualmente en diferentes sectores, especialmente en áreas turísticas como La Habana y Varadero, así como en otras regiones clave.
La adopción de las tarjetas MIR permite a los turistas rusos realizar pagos en rublos, lo que facilita el flujo turístico y comercial entre ambos países en un contexto de sanciones internacionales a Rusia que limitan el uso de tarjetas occidentales como Visa y MasterCard.
La isla ha venido reportando año tras año un aumento en el número de turistas rusos en la isla, especialmente en el polo turístico de Varadero.
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