En el universo digital cubano, donde las historias de amor, celos y rivalidades se viralizan en segundos, una nueva escena ha acaparado titulares y timelines por igual. Gloria Stephany, influencer con amplia presencia entre la juventud cubana, ha vuelto al centro del debate tras publicar un enigmático video que, según muchos, tiene nombre y apellido: Daniela Reyes.
Con una frase que no necesita traducción ni subtítulos -“Siempre la puta loca, nunca la niña santa”-, Gloria apareció bailando relajada en un Reel de Instagram que encendió las alarmas de la farándula criolla. Aunque no mencionó a nadie directamente, el contexto no dejó mucho a la imaginación. La frase, además de potente, apareció justo cuando los rumores sobre una presunta infidelidad por parte del reguetonero Yomil Hidalgo (pareja actual de Daniela) están más calientes que un mediodía en Centro Habana.
Esta semana, Yomil estrenó una canción junto a Hallel Génesis, una joven cubana conocida tanto por su talento como por su pasado sentimental con el polémico rapero estadounidense Tekashi 6ix9ine. Lo curioso es que Hallel no sigue a Daniela en redes, ni viceversa, lo que ha llevado a más de un seguidor a sospechar de una posible conexión romántica entre ella y el intérprete de “Como te descargo”.
Y es aquí donde Gloria Stephany entra al escenario como una actriz secundaria que roba cámara. Porque más allá del video, su historia con Daniela es vieja, y está marcada por el nombre de un hombre: Ángel Jesús Rodríguez (fundador de la boyband Ángeles). Hoy es pareja de Gloria, pero en otro capítulo fue el novio de Daniela.
La rivalidad entre ambas se avivó en marzo pasado, cuando Daniela publicó un clip de sus primeros días como influencer en Cuba. En el video aparecía Ángel, y aunque la mención fue sutil, Gloria respondió con pólvora: “Supéralo, aprende a respetar a las mujeres”. Desde entonces, quedó claro que entre ellas no corre simpatía, sino sangre caliente.
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Ahora, con la supuesta infidelidad sobre la mesa, Gloria no se quedó callada. Como si esperara el momento perfecto para hablar, soltó la frase que muchos interpretaron como una provocación calculada. “Te faltó etiquetarla nada más, porque la pedrada fue directa”, comentó una seguidora. Y no fue la única.
Para los cubanos de la diáspora, que siguen con atención los enredos de sus figuras favoritas, esta historia tiene todos los ingredientes del drama clásico: amor, traición, celos, orgullo y, por supuesto, redes sociales como escenario. No es solo un chisme más. Es el reflejo de cómo las pasiones se viven hoy, con likes, Reels y comentarios que valen más que una llamada.
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En tiempos donde la intimidad se negocia en redes y las heridas se exhiben en stories, este episodio entre Gloria, Daniela, Yomil y Hallel nos recuerda algo esencial: en el mundo del espectáculo cubano, todo lo personal es público. Y todo lo público… es contenido.
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