El cubano Ariel Ruiz Urquiola depuso la huelga de hambre y sed que mantuvo durante 13 días en Ginebra luego que la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ACNUDH), Ravina Shamdasani, declaró al diario Tribune Geneve que la entidad “toma nota de la información brindada por el señor Urquiola sobre su situación y su escrito ha sido trasladado a la oficina competente.”
“Hacemos un llamado a las autoridades cubanas para que se comuniquen con el señor Urquiola y su hermana y se aseguren de que la situación se resuelva de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional de los derechos humanos”, apuntó el comunicado oficial brindado al medio suizo, especificando que la ACNUDH remitió sus “preocupaciones directamente a las autoridades cubanas”.
Un día antes de este pronunciamiento oficial, el científico y activista cubano fue visitado por una representante de Tlaleng Mofokeng, relatora especial sobre el Derecho a la Salud Física y Mental del Alto Comisionado de Derechos Humanos, con quien sostuvo una entrevista de una hora bajo la condición de secreto profesional. Se conoce que uno de los acuerdos a los que llegó con la funcionaria fue poner en conocimiento de Mofokeng las denuncias sobre presuntas torturas médicas practicadas al científico y a su hermana Omara Ruiz Urquiola en La Habana.
Desde el martes, Ariel se encontraba hospitalizado, sin que cediera en sus propósitos, y luego de ser estabilizado regresó frente al palacio Wilson, sede de la ONU en Ginebra, para continuar con su huelga. La reunión con la representante de la ONU fue posible gracias al suministro de cloruro de sodio vía intravenosa.
A pesar de presentar evidentes deterioros en su organismo, Ruiz Urquiola declaró en una transmisión directa a través de Facebook que no buscaba “la compasión de nadie” y aseveró que “hago esto porque lo debo hacer”.
“Les pido de favor que a cualquier persona que hable en nombre mío y diga que si me duele esto o aquello, que los manden a tomar por culo”, apuntó decidido, quien optó por esta forma extrema de protesta, tristemente habitual entre los opositores del poder cubano, a partir de que a su hermana le fuera impedido regresa al país el pasado 25 de junio a través de una comunicación de las autoridades de la isla a la aerolínea estadounidense Southwest Airlines, reiterándose el episodio de la curadora de arte y activista Anamely Ramos, a quien le fue vetado el regreso al país de la misma manera hace pocos meses.
Ariel Ruiz Urquiola depone la huelga de hambre y sed después de comunicado de prensa emitido por el Alto Comisionado de DDHH de Naciones Unidas, a través del periódico Tribune de Geneve
