Una joven de 22 años de la ciudad de Jambi, en Indonesia, demoró 10 meses en darse cuenta que había sido victima de una estafa , tras descubrir que su marido era en realidad una mujer disfrazada de hombre.
De acuerdo con el medio británico Daily Star, la pareja se conoció a través de una aplicación de citas en línea donde la timadora se presentaba como médico cirujano y empresario del sector del carbón, recientemente convertido al Islam.
La pareja contrajo matrimonio tres meses después y convivieron durante un tiempo en casa de los padres de la víctima, quienes sospecharon de la veracidad de la profesión del marido.
No obstante, supuestos familiares y amigos de la criminal presuntamente involucrados en la elaborada estafa, respaldaron su historia.
Acechada por las crecientes sospechas de sus suegros, la mujer decidió llevarse a su inocente esposa a una casa en la localidad de Lahat ubicada en Sumatra del Sur, donde la mantuvo prácticamente encerrada por varios meses y no le permitía relacionarse con los vecinos ni comunicarse con sus padres.
Para entonces ya tenía el control de las finanzas de la joven: unos 300 millones de rupias que equivalen a más de 20,200 dólares estadounidenses.
La madre de la chica hizo la denuncia ante las autoridades y poco después la policía local dio con la dirección de la pareja, indica la fuente.
Durante el curso de la investigación sobre la estafa matrimonial, los uniformados descubrieron que el esposo era una mujer disfrazada mientras la muchacha afirmó que en la intimidad su pareja siempre apagaba las luces de la habitación, por lo que nunca la vio desnuda.
La estafadora fue imputada por varios delitos y, de ser declarada culpable, podría enfrentar una sentencia de hasta 10 años tras las rejas.
