Una cubana de 59 años de edad creyó que había encontrado su príncipe azul o su Sugar Daddy en un hombre que apareció de pronto en su vida, en forma de empresario canadiense, a través de la plataforma de Whatsapp. El supuesto canadiense, de empresario confundido pasó convertirse en «enamorado» y dio comienzo a una ingeniosa estafa en la cual, la inocente cubana perdió 22 mil pesos cubanos, CUP.
La cubana contó sus cuitas al portal independiente Cubanet. Con lujo de detalles narró ella cómo cayó «embrujada» por el amor del canadiense que, supuestamente más enamorado que Cupido mismo, conquistó el corazón de la cubana con la vieja pacotilla.
Sí, porque la estafa, si bien hubo mimos y sonrisitas previas de ambos lados primero que todo, comenzó ahí, con la promesa de que él, conocedor de las vicisitudes de los cubanos, le enviaría a ella, su Julieta caribeña, un poco de ropa, medicinas y otras cositas, para ayudarla a sortear la crisis en espera de que algo mayor se concretara.
Así, de pronto un día, le mandó una foto de una supuesta factura. Le dijo que la contactaría una agencia y de ahí se pasó al «tienes que pagar los aranceles», en pesos cubanos para que la mercancía fuese liberada. Le pidieron que transfiriera una suma, a otra persona. La mujer, incauta, creyó en su enamorado canadiense, transfirió el dinero, y no vio ni la pacotilla, ni al Sugar Daddy. De hecho, el caballero desapareció de su vida apenas recibió el dinero.
Pero, ¿cómo se gestó esta estafa? De manera muy fácil. Con aplicaciones que te permiten tener un número virtual, falso, del país que tú quieras tenerlo, y a partir de ahí es fácil convencer a la víctima que, efectivamente, te están escribiendo desde Singapur, Israel, o Canadá, como le sucedió a esta cubana con su enamorado canadiense.
Cubanet afirma que son TextNow y Telos, «los vehículos empleados por los estafadores de los números telefónicos virtuales en Cuba.» Los cubanos se hacen de un número extranjero en cualquiera de esas dos plataformas, y a partir de ahí empiezan a lanzar anzuelos, en espera de que una inocente víctima muerda.
La estafa incluso pudo haber sido más sofísticada. Existen SIM Virtuales, con números de otros países, del país que Ud. quiera, y existen aplicaciones que modifican la voz. Es decir que, por ejemplo, si el empresario canadiense enamorado, era un chico de 20 años que vive en Panamá, por ejemplo, con esa SIM Virtual y un modificador de voz, puede fácilmente mediante una llamada telefónica, hacer creer que es un hombre adulto y que llama desde Canadá.
Incluso, puede hacerlo una mujer, que la voz se puede cambiar con esas aplicaciones y hacer creer a la víctima que la llama un hombre.
Diversas plataformas han puesto en marcha herramientas de seguridad – como al autentificación en 2 pasos – para evitar que cada día más sucedan cosas así; pero nada, ni el mejor invento de seguridad cibernético, es 100% infalible si del otro lado, teléfono en mano, hay una inocente víctima dispuesta a creer todo lo que le dicen.
Algo que no falla en estas estafas telefónicas es el sentido común. Si le piden dinero por chat, sospeche. Si es su madre la que le escribe y se lo pide, pídale que la llame. Al menos no podrán engañarla con la voz.
Eso, a la cubana que le mandó 22 mil CUP al canadiense enamorado suyo, le ha quedado más que claro.
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