La cantante cubana Dianelys Alfonso Cartaya, más conocida como La Diosa, ha vuelto a sacudir las redes con una confesión íntima y poderosa. A sus 44 años, la artista no solo sigue brillando en los escenarios con su energía desbordante, sino que también ha decidido priorizar su bienestar físico y emocional, al anunciar que se someterá a un rejuvenecimiento vaginal, un procedimiento estético que, según explicó, llevaba tiempo considerando.
En un video publicado en su cuenta de Instagram, donde mantiene una relación cercana y sin filtros con sus seguidores, La Diosa compartió abiertamente sus motivaciones, desmitificando uno de los temas más silenciados entre las mujeres cubanas: el cuidado de las zonas íntimas y el derecho al placer, sin culpa ni vergüenza.
“Es algo que estuve pensando por mucho tiempo. Al principio tenía miedo, porque pensaba que dolía… pero poco a poco me fui informando y descubrí que no duele absolutamente nada”, explicó la intérprete de las “40 Libras”, madre de dos hijos y figura mediática que ha hecho de la sinceridad su marca registrada.
La artista también reflexionó sobre los cambios que trae el paso del tiempo y la importancia de romper el miedo a los procedimientos que mejoran la calidad de vida. “Nosotras, las mujeres, pasamos por muchas cosas y a veces tenemos miedo de dar ciertos pasos o hacer cambios importantes. Pero la verdad es que el tiempo pasa, y con los años, también envejecemos. Y sí, amiga, con nosotras envejece también la vagina”, dijo, con su estilo directo y sin pelos en la lengua.
Lejos de enfocarse únicamente en lo estético, La Diosa habló del tratamiento como una forma de autocuidado profundo. “Es una parte de nuestro cuerpo que también merece cuidado, atención y amor”, afirmó. Según comentó, el procedimiento tiene un costo regular de 480 dólares en Miami, pero también insinuó que habría promociones disponibles para quienes lleguen “de parte de La Diosa”.
La razón de fondo, sin embargo, va más allá del físico. “Voy a someterme a este tratamiento por mí, por mi relación, por mi pareja… pero, sobre todo, por sentirme bien, sentirme cómoda, sentirme bella. Y, claro, por seguir sintiendo placer. Porque el placer no tiene fecha de vencimiento”, concluyó.