La higiene pública de La Habana, ha sido siempre un tema de debate entre la agenda mediática oficialista y los pobladores de la ciudad. Aunque es un problema que puede ser catalogado de “malo conocido”, parece ser que en los últimos meses hay un aumento del mismo en múltiples barriadas habaneras.
Con una simple búsqueda en las redes sociales se encuentran denuncias ciudadanas de vecinos de Marianao, Diez de Octubre, Playa, El Cerro, y muchas localidades más. Incluso el propio periódico provincial Tribuna de La Habana, dedicó recientemente un espacio a estas quejas titulado “El lector desde las redes”.
Hace un tiempo acaparó titulares desde Italia la crisis con la basura. Los grandes titulares noticiosos achacaban estas dificultades de insalubridad a la huelga de los trabajadores del sector italiano. Ahora bien, en La Habana que se conozca, el sector de Comunales no se ha declarado en huelga, o al menos no públicamente, aunque tal vez los montos salariales, si bien en algún momento fueron de los más altos para darle valor este importante trabajo, hoy el panorama económico es otro.
A este paisaje, del cual solo las autoridades de la provincia han explicado que crearon un grupo temporal de trabajo, se suma una sistemática crisis de combustible, que sin duda alguna afecta el movimiento de los carros de basura.
Además, a las denuncias en general de la ausencia del carro de la basura se suma otra muy particular: muchas veces los carros pasan, pero solo se dedican a recolectar el contenido de los tanques de basura, dejando completamente desperdigado el que ha quedado afuera, ya sea producto de la misma indisciplina social, o incluso de la acumulación de los días en que no pasó el carro.
En la más reciente reunión del Grupo de Trabajo Provisional, Orestes Llanes Mestre, coordinador de programas del Gobierno en la capital, “aseguró que se dispone del apoyo de recursos (transporte) para la limpieza, en el cual participan las FAR, mientras se prevé la incorporación de vehículos del Grupo Empresarial Azcuba, así como la contratación de medios de transporte de la Empresa Eléctrica Provincial”, citó el propio Tribuna de La Habana.
Pero mientras estos recursos se organizan, se suman o se adecúan, la basura y sus potenciales peligros para la salud siguen creciendo, en una época tan compleja como la del verano. Y como la desgracia y la calamidad siempre andan en par también a esta situación se le agrega la crisis del agua que aqueja desde hace varios meses a la capital de todos los cubanos.
