El influencer cubano Kenny Robert, conocido por su estilo afilado de humor, ha llevado su disputa con la modelo Rachel Arderi a un nuevo nivel de exposición pública y sarcasmo. Lo que comenzó como una amistad entre creadores de contenido terminó convertido en una guerra abierta en redes, con dardos, indirectas y parodias que ya cruzaron la línea de lo personal.
La chispa que encendió el fuego fue un video que Kenny subió parodiando la reacción de Rachel tras sobrevivir a un grave accidente de tránsito en Miami, donde perdió su lujoso Mercedes-Benz G-Wagon. Aunque en un primer momento Kenny retiró el video por respeto a la modelo, esposa del reguetonero Oniel Bebeshito, y alegando que no fue su intención herirla, la tregua fue corta.
Esta semana, Kenny reapareció con una nueva versión de la polémica parodia, esta vez más directa, más producida… y más ácida. En el video, “Jessica” (su personaje insignia) posa junto a una G-Wagon similar a la que Rachel perdió, mientras recita una frase icónica de la telenovela mexicana “Amarte es mi pecado” (2004): “Voy a ser como esta rosa: bella, perfumada, deseable, pero con espinas que me van a servir para defenderme y hacer sangrar a quien quiera tocarme”. El mensaje no necesita interpretación.
Como si eso no bastara, el comediante decidió acostarse bajo el capó del auto, emulando visualmente el accidente de Rachel. El gesto, cargado de ironía y teatralidad, fue recibido con una avalancha de reacciones en redes sociales. Mensajes como “Sufre, Rachel”, “Que aguante presión ahora la Georgina de Temu” y “Ay, Rache, te metiste con quien no debías” llenaron la sección de comentarios.
El conflicto, sin embargo, no es un ataque unidireccional. Hace unos días, Rachel publicó un video con otras influencers cubanas utilizando un audio burlón sobre el mismo episodio de su accidente, lo que muchos interpretaron como una indirecta a Kenny. La aparente contradicción -burlarse de sí misma en un contexto, pero no tolerarlo en otro- parece haber sido el detonante que llevó a Kenny a perder la paciencia.
Su mensaje es claro: la comedia es su terreno, y no está dispuesto a retractarse si lo que está en juego es su libertad creativa. El tono del nuevo video deja atrás cualquier intención de reconciliación. Lo que alguna vez fue una amistad con complicidad digital, hoy es un drama viral con sabor a venganza y altas dosis de espectáculo.
Y si algo ha dejado claro Kenny con este episodio es que, cuando se trata de polémica, él no se queda callado. Al contrario: redobla la apuesta… y lo hace con escenografía, guion y un G-Wagon incluido.