Jason Statham, con patadas y piñazos, no creyó en cuentos infantiles. Así de simple fue la cosa en los cines este fin de semana
En el duelo menos esperado del año, un héroe de la vida real —de esos que existen solo en la ficción del cine de acción— acaba de darle una buena sacudida a una leyenda de la literatura infantil. Jason Statham, con su personaje de excomando implacable en A Working Man, ha destronado a Blanca Nieves, la princesa por excelencia de los cuentos de hadas, en la taquilla estadounidense del fin de semana.
La cinta de Statham, un thriller dirigido por David Ayer y coescrito por Sylvester Stallone, debutó con una recaudación de 15,2 millones de dólares, superando así al remake en acción real de Blanca Nieves, que solo logró 14,2 millones en su segunda semana. La caída de Disney ha sido significativa: un 66% menos respecto al fin de semana anterior.
Y es que mientras Blanca Nieves, una figura mitológica que ha trascendido generaciones con su dulzura, su canto a los pajaritos y su convivencia con siete hombres pequeños en el bosque, intentaba una reinvención feminista, Jason Statham llegó sin rodeos, con puños cerrados y una misión clara: rescatar a la hija de su jefe secuestrada por una red de tráfico de personas. Un héroe moderno, directo, crudo, sin capa ni corona.
El mensaje es claro: hoy por hoy, el público quiere acción con olor a sudor de fábrica y no canciones en bosques encantados. A Working Man ha conectado con una audiencia que reconoce en Statham al tipo duro de la esquina, al hombre que no necesita magia, sino un par de llaves inglesas y una mirada que congela. Por el contrario, Blanca Nieves, con sus relecturas, polémicas de casting y presupuestos desorbitados (más de 250 millones de dólares), no logró el hechizo esperado, señala Entertainment Weekly.
La crítica no ha sido generosa con ninguna de las dos películas, pero la taquilla habla más fuerte: el tipo rudo venció a la princesa. Y no fue con un beso, sino con una patada bien dada. En una industria que busca renovar fórmulas, el cuento de hadas quedó sepultado por una historia de puños, sudor y venganza. Jason Statham, el héroe de acero, acaba de escribir su propio «Érase una vez»… pero con muchos más golpes.
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