El ruido digital sobre la nueva estrella del fútbol mundial no se detiene e Instagram ha vuelto a poner en el centro del huracán a Lamine Yamal.
El prometedor futbolista del FC Barcelona, que apenas tiene 17 años, se fue de vacaciones junto a la influencer gallega Fati Vázquez que ya tiene 30. Desde entonces, un intenso vaivén de publicaciones en redes ha desatado una avalancha de especulaciones y emotivas reacciones entre seguidores y detractores por igual. Y sí, al menos están juntos en el mismo lugar y todo parece ser que él la llevó. A no ser que ella «se le haya aparecido», cosa esta que parece improbable
Vamos a desgranar esta historia con detalle, contrastando sus protagonistas, las evidencias y las reacciones del público; porque claro, a fin de cuentas estamos hablando de un menor de edad – Yamal no ha cumplido aún los 18 años – y Fati ya pasó la curva de los ta.
Coincidencias en imágenes: el detonante viral
Las redes comenzaron a armar el puzzle hace apenas unos días: Fati y Lamine compartieron en sus redes —Instagram y TikTok— imágenes que revelaban escenarios prácticamente idénticos en Sicilia e Italia. En varios casos, se aprecia el mismo mar turquesa, una mesa de madera igual, dulces al parecer elaborados por el mismo pastelero, las mismas rocas costeras y una piscina infinita en la que él aparece desde un ángulo y ella desde otro.
Mundo Deportivo confirmó estas coincidencias, señalando que «varias fotos publicadas a tres días de diferencia» coincidían en localización y ambiente. El detalle del bañador igual en un video de él y otro de ella fue una pista decisiva: coincidencia demasiado exacta para ser casual, y si no compruébelo por Ud. mismo.
Según Que.es, además de las fotos en la piscina, se les vio en un yate, en moto de agua e incluso hubo fotografías aéreas donde se identificaron los mismos helicópteros con registro idéntico. Los usuarios etiquetaron rápidamente estas imágenes como una “pillada”, señalando que los viajes, las posiciones, la estética y los detalles hacían imposible ignorar la conexión. Divinity incluso publicó un montaje de ellos juntos en un yate, que se viralizó al instante.
El escándalo del «menor con una adulta» pronto tuvo una respuesta. Según el periodista Javier de Hoyos, del programa La familia de la tele, se puso en contacto con Lamine Yamal y la respuesta de este fue clara: negó cualquier vínculo sentimental.
«Según De Hoyos, el futbolista español no habría ido «solo a este lugar de vacaciones sino con otros compañeros del Barça» (algo que él suele hacer). Por lo que «probablemente, Fati sí que tenga algo con otra persona del Barça o sea amiga de otro compañero», lo que justificaría la presencia de ambos en los mismos escenarios sin que exista necesariamente un vínculo romántico entre ellos,» señala El Heraldo, que luego señala al final de la nota que al futbolista no hace mucho lo vieron entrar en una discoteca junto a Uxue López, creadora de contenido y ex del youtuber Plex.
La parte mala del viaje de Fati Vázquez y Lamine Yamal
Y mientras algunos en las redes celebran que Yamal «se haya llevado» una chica de 30 años, otros la han emprendido con la influencer, a la que literalmente le han caído encima. Fati Vázquez no admitió una relación romántica, pero sí desveló que la polémica está teniendo consecuencias extremas, pues debió censurar los comentarios en su perfil. Denunció además que recibió amenazas de muerte y acusaciones de pedofilia por parte de terceras personas, según recoge The Sun.
En una llamada telefónica con La familia de la tele (RTVE), la influencer reconoció el acoso:
«Me está cayendo la del pulpo», reconoció Vázquez, para luego precisar su edad, en referencia a la edad que figura en la portada de Lecturas.
«Primero, que tengo 29 años, aún no he llegado a los 30», puntualizó. Dijo además que la situación está afectando a su familia.
«Simplemente he pasado unos días con él […] Somos dos personas que lo quieren pasar bien y ya está», agregó.
En un comunicado contundente, a través de Instagram Stories, Vázquez señaló que «es triste ver cómo algunas personas llevan tanta oscuridad dentro que llegan a desear la muerte de alguien que ni siquiera conocen. Lo que otros proyectan habla más de ellos que de mí. Yo elijo vivir con propósito, seguir creciendo y rodearme de luz. A quienes me desean el mal, les deseo sanación, porque nadie que esté bien consigo mismo desea destruir a otro».
“Es triste ver cómo algunas personas llevan tanta oscuridad dentro… Yo elijo vivir con propósito… A quienes me desean el mal, les deseo sanación” .
El mensaje, ya no está disponible.
Pero… ¿quién es Fati Vázquez y por qué hay tanta repercusión pública?
Fati (Fátima Vázquez Dosantos), nacida en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) en 1995, ha construido su reputación como influencer centrada en bienestar, fitness y salud mental. Tras trabajar como azafata, debutó en redes en 2013. Con más de un millón de seguidores en Instagram y YouTube, también es autora del libro Y que vengan a por mí, un relato sobre el acoso escolar que vivió en su juventud, señala Los40.com.
Su conexión con Lamine, pese a la brecha de edad, le ha brindado una exposición mediática inimaginable hasta el momento —aunque no deseada según ella. Por suerte también, su mensaje contra los haters ha recibido un apoyo importante de seguidores
La postura de Lamine Yamal: sin relación sentimental
Desde su entorno, Yamal remarca que no hay vínculo amoroso con la influencer. Sostiene la versión de que fue un viaje con amigos del Barça. Según clarifica Javier de Hoyos, Yamal hablaba del «equipo suyo», no necesariamente el Barça completo.
“Me remarca… que no se ha liado con Fati Vázquez… había un momento en el que ellos están juntos en el yate, pero que no hay nada entre ellos”, dijo.
Sin embargo, a pesar de todo, lo dicho y lo aclarado, el impacto en redes ha sido enorme. Las publicaciones y fotos ejecutadas de forma brillante por usuarios y medios hicieron que #YamalVFati fuera tendencia en España por momentos. Mientras una parte del público condena la diferencia de edad y acusa de aprovechamiento, otra defiende a Fati por el hostigamiento que sufre.
Las amenazas recibidas por Fati, denunciadas tanto en medios ingleses como españoles, han desatado debates sobre el escrutinio público, la presión sobre figuras jóvenes y adultas, y una sociedad que a veces olvida la empatía antes de emitir juicios. Pero… ¿qué hay realmente?
He aquí los hechos:
| Hechos verificados | Qué dicen ellos |
|---|---|
| Fotos compartidas con escenarios idénticos en Sicilia/Italia | Yamal afirma que viajó con compañeros del Barça; Fati confirma invitación por parte de él, pero niega romance. |
| Coincidencia de barco, helicóptero, piscina e incluso bañadores | Todo documentado en Instagram |
| Reacción de Fati: bloqueo de comentarios y denuncia de amenazas de muerte | “A quienes me desean el mal, les deseo sanación” |
| De Hoyos como portavoz: desmiente relación, ratifica viaje en grupo | Reitera que no hay ninguna relación sentimental |
Estaban juntos, pero no revueltos
El desenlace de esta historia probablemente no se conocerá públicamente, pero el episodio deja importantes lecciones para el mundo digital: la necesidad de actuar con precaución, empatía y responsabilidad frente a la viralidad. Además, pone en evidencia cuestiones de fondo relacionadas con la privacidad, la diferencia de edad y la intensa presión mediática que puede ejercerse sobre figuras jóvenes en la era de las redes sociales.
Lamine Yamal, con apenas 17 años, está en una etapa crucial de desarrollo personal, y resulta legítimo preguntarse si es justo que se le someta a una presión pública tan intensa en torno a temas sentimentales.
Por otro lado, las redes sociales, con su vertiginosa dinámica de justicia instantánea, pueden convertirse en espacios tóxicos donde el rumor no solo se propaga con facilidad, sino que escala rápidamente hasta convertirse en amenaza. Además, el rol de los creadores de contenido y de quienes participan en la viralización de imágenes plantea interrogantes éticos importantes: ¿dónde están los límites cuando se comparten fotos, se lanzan sospechas por un «like» o se empujan coincidencias visuales como certezas absolutas?
Todo por vender tabloides. ¿Será que la gente ya no podrá tirarse una foto y subirla a Instagram sin que surjan las teorías conspiranoicas de siempre?
¿Eran realmente solo fotos casuales o había algo más? La duda queda, pero el debate ya está sobre la mesa y a mí, más que todo, todo esto de «están juntos» me recuerda el caso, reciente y viral también de la supuesta relación que existe entre Ana de Armas y Tom Cruise.
Sí, porque hasta ahora, NADIE, ni el más renombrado paparazzi ha podido captar un beso – ni de pico ni de despedida – entre Ana y Cruise, como tampoco nadie pudo fotografiar a Lamine y a Fati juntos y revueltos.
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