Laura Carril, conocida en Instagram como @icecream_marchesa se ha casado con ella misma. “¿Qué decir? ¡La vida es demasiado corta como para privarme del lujo de vivirla como me da la gana!”, escribió la joven quien además agradeció a todos los que la acompañaron en la ceremonia.
La celebración tuvo lugar en un salón decorado y repleto de dueños de marcas, negocios y emprendimientos cubanos quienes apoyaron y participaron del atrevido acto el pasado 22 de noviembre, el cual fue transmitido en un live por Instagram para todos sus seguidores.
En el caso de la ahora matrimoniada marquesa cubana, sabemos que ha trabajado en campañas publicitarias del naciente sector privado en la Isla y es así que su evento ya algunos se apuran en calificarlo como una de las bodas del año.
Desde su perfil de Instagram anunció que compartiría “aluvión” de fotos en los días posteriores y así lo ha hecho. Sin olvidar los créditos como el de Gaya Novias en el vestido, Aguademarzo en la diadema que usó; así como el bouquet y los arreglos florales de Galapa Artesanía y el pastel de Sweetaddiction, entre otra inmensa lista de créditos monopolizados por emprendimientos y negocios privados de La Habana.
La moda de las autobodas no es un fenómeno inusual, sino más bien todo lo contrario, muchas personas lo han hecho en el mundo para conseguir seguidores en redes sociales o para promover campañas de autoayuda y amor propio. Se conoció un caso en España, hace cerca de 10 años, cuando una psicoterapeuta contrajo nupcias con ella misma para dar ejemplo de cómo cada persona debía considerarse especial así misma.
Ante la ley la sologamia o automatrimonio no tiene efectos de reconocimiento, sin embargo a la luz de las redes sociales y ante el mundo es visto como un acto de potente autosuficiencia y casi siempre es considerado una excentricidad con que esconde otros fines, como los de marketing, por ejemplo.
En otra de sus publicaciones post boda, la cubana, la influencer compartió un texto de la española Elvira Sastre y dijo que lo sentía muy suyo y lo recomendaba a sus seguidoras, mientras lo hacía acompañar por un reel de imágenes con el vestido blanco de la ceremonia: “Le hubiera repetido un millón de veces por segundo que era más guapa que un pájaro sobrevolando el mar y que sabía más dulce que la caricia de un padre, pero ella estaba loca, loca como un silencio en medio de una escala, y solo me besaba cuando me callaba. Maldita zorra”, escribió.
