Un incendio de grandes proporciones ocurrió este viernes en La Central Termoeléctrica, Lidio Rondón Pérez de Holguín, conocida como Felton, mientras se completaba una prueba prevista antes del completamiento de su puesta en marcha.
A pesar de los graves daños materiales, los medios oficiales no reportaron pérdidas humanas, ni heridos durante la maniobra que desató el siniestro, pasadas las dos de la tarde, y que pretendía iniciar el arranque de una de las turbinas del bloque dos.
El director general de la Central Termoeléctrica, Osmel Maturel Reyes, explicó en las primeras horas que el incendio había durado unos 45 minutos y que en efecto sucedió durante uno de los intentos por restablecer el funcionamiento de la planta. “El incendio fue de grandes proporciones y los daños son considerables. No son problemas sencillos de erradicar”, precisó el directivo en el Noticiero Nacional de Televisión.
Según el relato de Maturel Reyes, las llamas iniciaron por causa de un salidero en uno de los tubos de la caldera por donde circulaba el crudo nacional. Aun cuando la caldera se encontraba apagada, detalló, las elevadas temperaturas lograron iniciar el peligroso siniestro.
Entre tanto, la Unidad 1 de la central Felton debió ser paralizada como medida preventiva, mientras se sofocaban las llamas y quedó prevista para la madrugada su sincronización con el sistema electroenergético nacional. En la mañana de este sábado se pretende que retome los aproximadamente 250 megawatt generados hasta hoy.
Horas antes de que sucediera el incendio, la Felton había recibido la visita de Esteban Lazo Hernández, miembro del buró político del partido comunista de Cuba y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, quien constataba las labores de reparación. La termoeléctrica acaba de completar los 129 días de mantenimiento y había parado sus funciones el 4 de julio, cuando algunos operarios detectaron una avería en las calderas.
La inestabilidad de las centrales termoeléctricas del país ha hecho que se complique aún más la situación energética en Cuba y que durante los últimos meses la población acumule molestias por los constantes apagones que a veces se extienden por más de ocho horas. Varias personas en las redes sociales opinaron sobre la situación y lamentaron que la suerte del país vaya de mal en peor.
El usuario Alberto N. Jones escribió en particular sobre los intentos por reparar las viejas termoeléctricas con pésima calidad, que requieren una sustitución en lugar de un mantenimiento. En vez de resaltar la heroicidad y el patriotismo de sus trabajadores, el usuario opinó que la prensa nacional debió subrayar “el enorme peligro que se cierne sobre millones de cubanos ante la posibilidad real de un colapso en el sistema energético nacional”.
