El modelo de prensa cubano ha mostrado carencias de todo tipo durante la cobertura del incendio en Matanzas.
Errores comunicacionales, apagones informativos, baches en la información oportuna, y para colmo de males, no cuestionan, no investigan y se dan el lujo de ni siquiera hacer preguntas cuando tienen que hacerlas.
El mal manejo comunicacional de los medios de prensa cubanos con relación al incendio ocurrido en la zona de la base de supertanqueros de la ciudad de Matanzas, ha sacado a la luz no pocos disparates en la Televisión Nacional, para no hablar ya de aquellos que se ven en las redes, para poca gloria de un sistema educacional que se preciaba en toda América Latina – y por el mundo – de ser el mejor.
Digámoslo de otra manera y sin hacer leña del árbol caído. Con estas perlas vistas en la Televisión, ¿que se puede esperar hacia dentro del país?
Pero ya que los periodistas cubanos avalados y renombrados, digan – o repitan – que «el tanque 3 colapsó», cuando esta palabra está muy clara en el diccionario y el tanque se veía muy de pie y no colapsado es harina de otro costal.
También es harina de otro costal que los periodistas que el mismísimo gobernante cubano Miguel Mario Díaz-Canel pondera como el plus ultra, digan y repitan que los tanques son supertanqueros, un error garrafal y repetido a cada rato por todos.
Se llega así, entonces, a asumir como «un error» que en plena Televisión Nacional, en el estelar, aparezca que «Rei» Gómez – ¿ O Rei, como Pelé? – sea «pecentador» en lugar de presentador; o que Froilán Arencibia diga que «el tanque comenzó a siniestrar».
Y claro, habrá críticas en todos estos sentidos, incluso por traer a colación el tema cuando el dolor es otro, y resulta peor aún, aunque no lo hablemos, que ni los periodistas ni los comunicadores hayan cubierto las historias y nombres de los fallecidos/desaparecidos, o que siquiera se interesen por preguntas básicas y claves en este incendio.
Ninguno de ellos, dentro de la prensa oficialista cubana ha cuestionado la eficiencia del sistema contra incendios que no funcionó; de la mala orden que diera alguien de meter a los jovencitos bomberos dentro de dos moles de petróleo en ebullición.
Que se equivoquen los de la prensa hablando, no es tan terrible como que no pregunten, no investiguen, no cuestionen.
Eso, no es periodismo. Eso no es prensa.
tal vez quieras leer: Incendio en Matanzas: ¿Habrá forma de saber qué ocurrió? II Parte del análisis sobre este hecho.
