Un juez protegió temporalmente a Ana Lázara Rodríguez. Esta mujer que pasó 19 años en cárceles cubanas, pudiera ser víctima de un desalojo en Miami, y terminar en la calle.
Un nuevo giro ha dado la historia de la exprisionera política cubana . Al menos de manera temporal. Un juez acaba de frenar una orden de desalojo que tiene a esta valerosa cubana con un pie en la calle y otro dentro en Miami
Su caso e historia los conoce más que bien la comunidad de la ciudad del Sol; sus residentes y políticos. Sin embargo, nada efectivo se ha podido hacer para impedir que esta ex prisionera política de 82 años, cubana, quien pasó casi dos décadas en cárceles del gobierno cubano en la isla, vaya a vivir en las calles, en Miami, si finalmente se cumple el desalojo.
El juez, lo que hizo, fue eso: detener detuvo de manera temporal la orden de desalojo que pesa sobre la exprisionera política cubana Ana Lázara Rodríguez, quien reside en en Miami desde la década del 80 del pasado siglo.
Por «cosas de la vida» esta valerosa cubana terminó enredada en una sórdida historia en la cual están ella, la casa y el banco, propietario de la vivienda, como actores principales.
La «otra historia» de la exprisionera política cubana Ana Lázara Rodríguez.
Ana Lázara Rodríguez tiene una hermosa, aunque dolorosa historia, recogida en un libro titulado «Diario de una superviviente: 19 años en una prisión de mujeres en Cuba.»
En esa historia primigenia, Ana cuenta cómo pudo sobrevivir dentro de las cárceles de la isla, de las cuales hasta escapó dos veces, luego de ser condenada a 30 años de cárcel en Cuba por estar en contra del gobierno revolucionario.
En ese libro narra cómo, con tan solo 21 años de edad, soportó vejaciones, golpes, trabajos forzosos casi imposibles de realizar por una mujer, y cómo se reveló contra esos abusos haciendo hasta huelgas de hambre.
Pero, eso fue en Cuba.
La «otra historia», esta que ahora estamos contando, tiene que ver con la incertidumbre que vive Ana Lázara desde el año 2019, fecha en la que el Banco le informó que sería desalojada de la vivienda donde ella reside desde que en 1995 comprara el domicilio junto a una amiga.
La casa, localizada en plena Calle 8, la compraron ella y la amiga en $168 mil dólares. El Banco ahora quiere por ella casi un millón de dólares. De lo contrario, va a ser desalojada.
«En estos momentos lo que el banco quiere son casi 800.,000 dólares y yo nunca voy a poder pagar eso», exclama con entereza esta exprisionera política de Cuba, a quien Castro, ni los guardias de las prisiones en Cuba pudieron doblegar su espíritu.
Una campaña en Gofundme que se abrió al efecto, y que aún permanece abierta, apenas ha logrado conseguir para ella 24 mil dólares, de una meta establecida en mayo del 2021, de $300 mil usd.
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Ana, desconocedora de eso que llaman «la letra chiquita», dice no haber sido nunca consciente, porque nunca se lo dijeron, que ella había adquirido una vivienda con un sistema de pago que aumentaba con el paso del tiempo.
Víctima de lo que su abogado llama «estafa», este por lo menos ha logrado que ahora el juez Peter L. López aplazara hasta el 10 de septiembre, el desalojo.
El juez tomó la decisión basado en el testimonio de la cubana, que asegura que el banco cometió fraude al ejecutar la hipoteca de su casa en 2018.
En su alegato, el abogado Bruce Jacobs, logró «convencer» al juez de al menos, esperar al 10 de septiembre para que él pueda presentar todas las pruebas del fraude bancario y poder argumentar como corresponde, su caso ante el Tribunal de Apelaciones del Tercer Distrito.
En declaraciones dadas al diario El Nuevo Herald, Bruce Jacobs, en representación de esta valerosa cubana, la ex prisionera política anticastrista Ana Lázara Rodríguez, dijo que va a solicitar al Tribunal del Tercer Distrito que aplique la constitución, pues está absolutamente convencido de que el Bank of New York Mellon y el Bank of America, presentaron evidencias falsas en las ejecuciones hipotecarias.
Jacobs tendrá una batalla dura y deberá presentar las evidencias que certifiquen que las entidades financieras engañaron a Ana Lázara Rodríguez.
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Un resumen del libro puede encontrarse aquí
