Un cubano residente presuntamente en la provincia de Cienfuegos, en Cuba, divulgó imágenes en su perfil de Facebook donde muestra a un sujeto identificado como «Carlitos» o Carlos «El Nata», comiéndose un gato.
En una de las imágenes, repulsiva, teniéndose en cuenta que ya la publicación advierte qué se comió el individuo, se ve a este en la cocina, delante de una olla, con un pedazo de carne cocinada en la mano. En la otra foto, la peor de todas, el tal «Carlitos», está sentado en la sala de su casa, en una silla, con la cabeza del gato en la mano, sostenida en el aire y él, con la boca abierta, simulando comérsela.
La animalista Beatriz Batista divulgó las imágenes en su perfil de Facebook, al tiempo que expresaba:
«Esta asquerosidad inhumana es uno de los resultados del sistema comunista cubano, donde la crueldad y lo miserable está normalizado. Cuba poco a poco se está convirtiendo en un país que genera rechazo y repulsión porque quienes están en el poder aceptan lo criminal y condenan las ideas en pos de un cambio necesario e inmediato.»
Luego agregó:
«En esta foto vemos a la delincuencia y al crimen en su máximo esplendor y por desgracia no quisiera yo comparar la cabeza de ese gato con el pueblo cubano, y al asesino con los que gobiernan la isla. Solo pido en esta publicación que si hay alguien en Cuba con una mínima decencia que al menos haga la denuncia formal en una estación de policía (aunque no valga mucho la pena),» concluyó.
En días pasados la propia animalista divulgó imágenes de un hombre en la ciudad de Santa Clara que, armado con una caja, un palo, una soga y un cebo, se dedicaba a cazar gatos para presuntamente comérselos luego.
Los comentarios de los internautas en la publicación original de dónde la tomó Batista, no eran unánimes en contra de la atrocidad cometida, pues algunos «justificaban» el acto de crueldad animal con el hecho de que en Cuba existe – persiste desde hace años – una crisis alimenticia que, según el criterio de ellos, obliga a los cubanos a cazar y comer gatos.
Y también perros.
Sin embargo, la ley cubana es explícita en este sentido y, cazar un gato – o un perro – para luego cocinarlo y comérselo, es considerado un acto de crueldad animal sancionable perfectamente dentro de la ley.
No pocos internautas se han dado a la tarea de identificar a «Carlitos el Nata», para llevarlo a una unidad de la PNR.
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