Mucho queda por hacer… ¡es cierto! en cuanto al tema del tratamiento a los animales en Cuba.
Así lo reconoce el propio portal oficialista Cubadebate, el mismo que censura, manipula, tergiversa, acomoda e ilustra noticias – sería demasiado pedirle un artículo donde denunciara lo pésima funcionaria que es la Directora de Aniplant – sobre el tema. La misma que dice que ella, antes de detener un acto de crueldad animal prefiere esperar que 3 o 4 personas intervengan.
«Nos queda mucho por hacer», dice Cubadebate que elude reconocer las culpas del Estado-Gobierno en este asunto. Ni siquiera menciona el hecho de que en el Juventud Rebelde, su director, Miembro del Consejo de Estado de la República de Cuba, ni siquiera permite «ciertos trabajos» cuando son demasiado críticos en defensa de los que no tienen voz.
Pero, vayamos a la noticia.
Según el portal oficialista, luego de un año de establecido, al Decreto-Ley de Bienestar Animal en Cuba le queda «mucho queda por hacer».
El medio comienza su narrativa recordándonos el triste suceso que ellos no cubrieron – la cara por los desfavorecidos la sacó Juventud Técnica – y dice que fueron «muchos post en Facebook» los que con «la etiqueta #noalmaltratoanimal, fotos con mascotas, preocupaciones, imputación a los responsables» los alertaron sobre lo ocurrido el pasado 8 de abril en Rancho Boyeros, con el equipo nacional de rodeo, un supuesto payaso, y un inocente gato.
Sobre el hecho, harto conocido, no vamos a ahondar. Lo trascendental del artículo se refiere al hecho de que el portal oficialista «contactó a dos grupos con una labor muy destacada dentro del movimiento cubano de defensores de los derechos de los animales, Bienestar Animal Cuba (BAC) y Cubanos en Defensa de los Animales (CeDA), para conocer sus opiniones sobre el Decreto-Ley de Bienestar Animal.»
Es curioso que Cubadebate no entreviste a Javier Larrea, fundador de Bac, así este pudiera contarles del acoso que recibió, ha recibido, recibe – y seguramente recibirá en su vida futura – por parte de la Seguridad del Estado.
Sin embargo, no afloran en las declaraciones dadas «ciertos nombres» incómodos para la Seguridad del Estado en la isla. Probablemente ni los hayan consultado. Tal vez sí y fue Randy Alonso, director de Cubadebate, que pidió de manera soberana que no apareciesen en el artículo.
Afortunadamente se recogen ideas ya planteadas desde las calendas griegas y que, no suelen tener oídos receptivos en medios oficialistas. Pienso en Canal Habana y sobre todo en el Juventud Rebelde.
Los grupos denuncian y exigen que haya «una ejecución más efectiva de programas de educación, sobre todo para públicos con tendencias a ejercer diversas formas de maltrato contra los animales como los habitantes de zonas marginales y rurales». De igual modo piden un papel más activo «de los medios de comunicación para informar de las distintas formas de maltrato y las vías para hacer efectiva su denuncia.»
CeDA señala:
“A diario siguen llegando reportes de maltrato a muchos grupos animalistas que son de conocimiento público en las redes sociales, en las que se presentan fotos como pruebas, sin embargo, no son casos de investigación por las oficinas pertinentes. Otro motivo de peso es que solo un pequeño personal es el encargado de procesar las denuncias, y muchas no son procesadas por tecnicismos o simplemente no tienen un personal competente que atienda estos asuntos”.
Y añaden:
“Continúan los casos de maltratos a nivel personal y a nivel institucional”, mientras reconocen que «los niños no reciben la educación necesaria para no continuar en esa cadena» (educacional)
Los grupos denuncian igualmente que «los animales no están siendo beneficiados porque la ley no se está cumpliendo, y que, al incluir unas penalizaciones de poca cuantía monetaria a las infracciones, las personas siguen cometiendo actos de maltrato animal.»
Dicho de otra manera: No se está haciendo nada. Los funcionarios no hacen nada. La ley existe por gusto; todo es un desastre y una burocracia; pero… recuerden que #VamosConTodo.
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