«Tras los cantos de sirena» o a «saborear las mieles del imperio»; todavía no se sabe. Lo que sí está confirmado es que Alejandro Terry, hijo del último ex director del diario Granma defenestrado y caído en desgracia, Pelayo Terry Cuervo, partió de Cuba definitivamente.
Muy decepcionado «del proceso» y del rumbo actual de la «Revolución», Alejandro Terry habría partido hacia Dubai, según indicaron a Periódico Cubano fuentes cercanas al mismo.
Alejandro tiene 28 años, es graduado de la carrera de Medicina y es, que se sepa, uno más en la inmensa lista de jóvenes universitarios, formados por el sistema educacional cubano que, ante las evidencias insoslayables de la miseria estructural en la isla, decidió emprender rumbo al extranjero sin voltear el cuello, siquiera para despedirse.
Alejandro salió de Cuba el pasado 25 de junio, decidido, y apoyado por su padre, Pelayo Terry Cuervo quien le habría dado el visto bueno, un abrazo y beso y quién sabe un «Acuérdate de Abril, recuerda».
“Ahora, si admiro la braveza con que mis padres asintieron mi partida, con lágrimas del alma en sus ojos, con su fuerza devastada pero firmes para mí”, escribió Alejandro en su Facebook.
Hace apenas dos horas escribió:
«Agradezco el estar justamente donde hoy pongo mis pies, mi bondad hacia mi y hacia los otros, admiro mi esfuerzo y el de muchos más que construyen de a poco algo económicamente más certero, admiro mucho y si, porque amo a mi tierra, soy un cubano de verdad el que orgullosamente agradece el haberse formado en Cuba y al que tal bendición le abrió la puerta ancha, no la estrecha.»
Lecturas hay muchas, pero no hay dudas que, al menos en el hogar, no había «flaquezas del tipo ideológico». Pelayo Terry Cuervo, ex director del Granma, era «un tipo buena gente» al decir de varias fuentes consultadas y «convencido» de su deber con la Revolución.
Según las mismas fuentes, Pelayo Terry Cuervo «estaba muy bien» cuando decidió «dar el paso al frente» como todo buen militante, y asumir la dirección del Granma, principal órgano dentro del aparato propagandístico cubano y herramienta vital en el manejo de la política e ideología en el país.
De Alejandro no se podrá decir que «se mató como Chacumbele», pero sin dudas cientos de miles de «Chacumbeles como su padre», defensores del status quo, la política de cuadros y del Partido como órgano rector de la vida de cada cubano en la isla, le fueron propinando puñaladas poco a poco.
Cercanos al hijo del ex director del Granma aseguran que este era de los llamados «comecandela», eufemismo mediante el cual se les llama aquellos que suelen comerse un león e incluso, pelarlo antes con una navaja, aunque el joven se defiende y tal parece que abrió los ojos y mira la vida con otra perspectiva.
En una publicación y comentarios aparecidos en Facebook, un amigo, al ver al hijo del ex director del Granma entre edificios y autos de lujo en Dubai, y también en supermercados donde no falta nada, le espetó con respeto:
«“Coño, bro, yo pensaba que te morías al pie del cañón con tu gran revolución. Felicidades. Bienvenido al capitalismo malo y hostil.”
Alejandro, desde la seguridad, la distancia y el beneficio que produce interactuar a través de la plataforma respondió enfático:
“Todo lleva su tiempo, su momento, mi bro. Una cosa es la revolución y otra mi país, quién confunda una cosa con la otra debe revisar bien atrás y leer”.
Al parecer el joven avanza tranquilo por el proceso de la llamada «deconstrucción», quien sabe si con la certeza de enfocarse en cumplir sus metas y convertirse pronto en residente.
Según la información oficial, la residencia en Emiratos Árabes Unidos varía y todo depende de ciertas circunstancias específicas para cada caso migratorio. .Puede demorarle de uno o hasta 10 años y puede ser renovada automáticamente. Más difícil será convertirse en ciudadano pues para cumplir con los requisitos para solicitar la ciudadanía como extranjero, deberás residir legalmente en el país al menos 30 años.
En todo caso, podemos apostarlo, Alejandro no tendrá que esperar tanto tiempo para ayudar a su padre, el ex director del Granma y «buena gente» Pelayo Terry Cuervo a empezar, a pesar de los años, achaques y resabios ideológicos, a deconstruirse también.
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