Carlos Núñez-Sosa, hijo de una hondureña y de un cubano, fue admitido recientemente en 17 de las mejores universidades de Estados Unidos, entre las que destacan Harvard, Yale, la de Pensilvania y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Según contó el joven a Univisión, si bien fue aceptado en 17 de las 25 universidades a las que aplicó, decidió ingresar al MIT porque le atrae su comunidad energética, social y colaborativa, además de la idea de “estudiar algo muy avanzado”.
“Le metí bien duro a las aplicaciones porque sentía que este era el momento para poner todo lo que yo tenía, aunque sabía que iba a ser bien duro”, señaló sobre las aplicaciones.
De acuerdo con lo que relató Núñez-Sosa sobre las cartas de aceptación a tantas universidades de élite, abrió primero “algunas que decían que no para prepararme”.
Asimismo, dejó claro que sus padres, a quienes les debe su forma de ser y de comportarse y su fe católica, han sido sus referentes. “Crecí trabajando con ellos y tanto trabajo me motivó a poner de mi parte para salir adelante y en el futuro darles a ellos”, apuntó.
El muchacho de origen cubano contó además que sus padres, Gladis y Yuniel, emigraron a a Estados Unidos hace dos décadas: “Mi papá vino primero, después lo hizo mi mamá, pero se conocían desde antes”.
Por otro lado, el talentoso estudiante dedicó un mensaje a los alumnos de secundaria que pueden verse inspirados por su historia: “Hay que tratar y meter el 100”.
Hace poco trascendió también el caso de Layra de la Caridad Valdés Ramírez, una joven nacida en La Habana que se graduó de la Escuela de Medicina Dental de Harvard.
La recién graduada dedicó su triunfo a sus padres, quienes renunciaron a sus carreras profesionales y salieron de Cuba para darle la oportunidad de tener un futuro mejor.
“Mi madre pasó de ser directora de un laboratorio en un hospital a limpiar baños como housekeeper. Mi padre, que tiene una Maestría en Química, trabaja en un almacén. Fue difícil para ellos aprender un nuevo idioma y todavía luchan todos los días para comunicarse”, puso en valor Valdés Ramírez.
También está el caso de la joven cubana Ana Sofía, la hija menor del reconocido actor Albertico Pujol, quien fue admitida en la Universidad de Duke, una de las más prestigiosas de Estados Unidos.
