Héctor Julio Cedeño Negrín, el anciano cubano que el pasado miércoles fue arrestado de forma violenta en La Habana tras mostrar un cartel que decía “Abajo la dictadura”, dijo a Cubanet que pasó más de 12 horas detenido en la estación de Dragones.
Si bien las autoridades no levantaron cargos en su contra, Cedeño Negrín, de 71 años, habló sobre el asedio que sufrió como vendedor ambulante antes de protestar contra el gobierno en plena calle Monte.
Como sospechaba que los inspectores venían a por él preparó el mencionado cartel y, como se negó a irse del lugar donde acostumbra vender, le echaron a “los esbirros”.
“Se llenó aquello de gente. Yo con un cartel. Trataron de meterme en el patrullero por la fuerza, pero me subí en el estribo del patrullero y seguí gritando, me puse tieso y no podían meterme. Me cargaron en peso y me metieron por la fuerza dentro del carro”, narró.
También precisó que el carrito suyo se lo encomendó a una muchacha para que se lo cuidara, porque tenía ahí miles de pesos en chupa-chups, maní, menta plus y otras chucherías.
“Me llevaron para la estación de Policía. Allí me gritaron. No me dieron golpe, pero sí me amenazaron. Me dijeron que era un mercenario, pero bueno, yo lo que estoy es luchando la vida aquí. No tengo ninguna ayuda, tengo que luchar”, afirmó.
Según contó, le dijo a un individuo llamado “Castillo”, que lo entrevistó mientras estuvo preso, que “la misma policía era la que iba a provocar una explosión social porque hay tanta persecución contra la gente que no la dejan vivir”.
El anciano insistió además en que no entiende el acoso permanente que existe contra los pequeños vendedores de Monte, gente que lo que quiere es salir adelante en medio de lo difiícil que está la vida en Cuba.
“Nosotros tenemos una gente que nos dirige, que son una asamblea de gordos, obesos”, comentó el señor antes de recalcar que lo justo sería “perseguir y reprimir, en vez de a los vendedores ambulantes, a los vendedores de drogas, asaltantes, carteristas, a quienes son delincuentes realmente”.
Aunque ahora compra confituras al por mayor y luego las vende en la intersección de la calzada de Monte y la calle Suárez para sacarse un dinerito porque no tiene jubilación, este señor es un veterano opositor, sindicalista y periodista independiente.
“Quiero crear un gremio de trabajadores ambulantes para luchar por ellos porque son muy perseguidos”, subrayó Cedeño Negrín, que no puede ejercer como periodista independiente porque hace años le quitaron su laptop y lo que tiene es un teléfono 2G.
Desde su humilde hogar, Cedeño Negrín relató que empezó guardando allí los carritos y las mesitas de los vendedores por cuenta propia de Monte, porque muchos viven lejos, hasta que él mismo decidió coger uno.
“Hay que luchar”, resumió trata de ayudar a su hermana a mantener a su mamá, que tiene 93 años y vive en Oriente, porque la anciana solo cobra 1.070 pesos.
Resaltó también que desde pequeño escuchaba “La Voz de la Américas” y que por su activismo político se convirtió como en la oveja negra de su familia.
El 27 de septiembre de 1982 fue detenido por primera vez por “desorden público” tras sabotear una fiesta del Comité, llena de “chivatones”, por lo que lleva décadas negado a plegarse a las reglas del régimen cubano.
Llegó a formar parte de varias iniciativas opuestas al gobierno, como la Comisión Cuba, que pretendía orientar a las personas para que legalizaran sus organizaciones, lo que luego lo retomó en otro proyecto Marta Beatriz Roque; y la Unión Sindical Cristiana de Cuba, que se diluyó.
