Un cubano fue protagonista de un robo en Florida, uno de los atracos más grandes de la historia del estado. Su historia será contada en una serie documental de Netflix que llega esta semana.
El cubano Karls Monzón es uno de los protagonistas de Heist (Robo), la serie documental que estrenará Netflix que cuenta entre sus tres historias, la de un gran robo en Florida del cual este fue cabecilla.
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Este antillano y tres personas fueron condenadas a prisión por su papel en uno de los mayores atracos en la historia del “Estado del Sol”, lo que, según FOX, se trató de un descarado robo a mano armada a la luz del día de $ 7.4 millones en efectivo desde un almacén cerca del Aeropuerto Internacional de Miami.
“El efectivo era parte de un depósito de $ 80 millones enviado por un banco en Frankfurt, Alemania, a la sucursal del Banco de la Reserva Federal en Miami el 6 de noviembre de 2005. Los ladrones enmascarados, al menos uno armado con una pistola, ordenaron personal de seguridad y de almacén tumbarse en el suelo mientras cargaban bolsas de dinero en una camioneta que se había detenido en uno de los compartimentos de carga”, relató años atrás esa web.
Pero este robo en Florida pasará de historias de la prensa a una serie documental de Netflix de seis partes que narrará una terna de sucesos recordados en la historia moderna de Estados Unidos.
“La audiencia aprende cómo los criminales eligieron sus objetivos y la planificación meticulosa detrás. Experimentarás la dulce gloria del éxito, junto con los errores que llevaron a los investigadores directamente a la verdad”, detalla el sitio Serie Maniacos.
La banda se vio tentada de tomar el dinero que llegaba en avión y que era guardado por un tiempo en el almacén cercano al aeropuerto, sin mucha vigilancia, en espera de ser llevado al banco.
“Monzón planeó su robo viendo series de crímenes en la televisión estadounidense. Según su investigación, él y su equipo consiguieron $ 7,4 millones. Sin embargo, no duró mucho cuando el FBI se involucró”, añaden.
Por este robo en Florida, Karls Monzón y Jeffrey Boatwright fueron condenados cada uno a más de 17 años de prisión; un exguardia de seguridad que dio información, a 16 años; mientras, Cinnamon, esposa del cubano, a casi 3 años por complicidad.
«Este es, si no el más grande, uno de los robos a mano armada más grandes en la historia de Florida», dijo Anthony Lacosta, fiscal federal en jefe del caso en ese entonces.
