Unas tres semanas después de las manifestaciones del 11 de julio pasado, el gobierno cubano mantiene todavía presos a unos seis menores de edad de los varios que fueron detenidos ese día.
Aunque el gobierno de Miguel Díaz-Canel y su aparato de propaganda lo nieguen, a unas tres semanas de las manifestaciones que se dieron en la isla todavía permanecen presos varios menores de edad, que oscilan entre los 14 y 17 años.
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De acuerdo con un post de la organización independiente Cubalex, se trata de Christopher Lleonart Santana (14 años), Glenda de la Caridad Marrero Cartaya (15 años, y a quien se le acusa de liderar las manifestaciones), Rubén Alejandro Parra Ricardo (15 años), Yanquier Sardiñas (16 años), Katherine Martín (17 años) y Emisyolán Román (17 años).
“A pesar de que Bruno Rodríguez Parilla y Johana Tablada lo nieguen, todavía hay al menos 6 menores de edad en prisión y bajo investigación penal por estar en la calle ese día”, detalla la publicación en Facebook, que corresponde a una denuncia de la activista Salomé García Bacallao.
Cubalex añade también las referencias de otros jóvenes que apenas pasan de los 20 , quienes igualmente permanecen en prisiones cubanas, en muchos casos, sometidos a violaciones de los más elementales derechos legales.
Son estos los casos de otros 20 de «entre 19 y 21 años que siguen privados de su libertad. Yordan Manuel Escobar Machín (20 años), Yanley López Basulto (21 años) y David González Matos (21 años) se encuentran en desaparición forzada, es decir, sus familiares desconocen su paradero. Además, sigue preso Alejandro Limonta Borges (18 años)”.
A partir de informaciones de activistas y otras personas, se sabe que los detenidos y/o desaparecidos por las protestas del 11 de julio ascendieron a más de 700 cubanos, por el simple hecho de salir a manifestarse por sus derechos.
Además, las denuncias de juicios sumarios, sin abogado defensor y sin informar a los familiares, se suceden en redes sociales, pues el gobierno intenta mantenerlos ocultos de la luz pública e, incluso, ha intentado desmentir que se lleven a cabo este tipo de procedimientos.
Días atrás, Gabriela Zequeira Hernández -una de las menores de edad que fue detenida y condenada a 8 meses de prisión, posteriormente fue puesta en reclusión domiciliaria con un período similar- contó su dura experiencia en prisión, en donde sufrió todo tipo de amenazas y torturas sicológicas.
La joven cuenta ahora que el momento más difícil que vivió fue cuando un mayor, identificado como Abel, le dijo que “iba a buscar a dos hombres, ‘manguera’ y ‘mandarria’, uno mulato fuerte y otro negro grande, para pabellón”.
