La Oficina Nacional de Administración Tributaria de Cuba (ONAT) comenzó a aplicar un embargo preventivo a las cuentas bancarias de las empresas estatales que no realizaron el pago de sus obligaciones correspondientes al tercer trimestre de 2022.
Una nota divulgada en el sitio digital de ONAT precisa que a partir de este martes, y en coordinación con los bancos, embargó las cuentas de entidades morosas en el desembolso del Impuesto sobre Utilidades (ISU) y el al Aporte por Rendimiento de la Inversión Estatal (ingresos no tributarios) cuyo plazo legal de pago concluyó 24 de octubre.
El texto, que no menciona las empresas que incumplieron el pago de los impuestos ni el monto de la deuda, explica que antes de tomar esa medida las oficinas tributarias del país alertaron a las entidades y les explicaron sobre su derecho de presentar solicitudes de aplazamientos de los pagos, “en caso de no contar con la liquidez necesaria”.
La ONAT informará a los gobernadores provinciales sobre las entidades sujetas del embargo por incumplimiento de esos dos aportes, “pues son las obligaciones fiscales que más ingresos generan a los presupuestos locales y constituyen, por lo tanto, una fuente importante de financiamiento de la vida en los territorios”, subraya la nota.
Las normativas sobre el Sistema Tributario en Cuba establecen la imposición de “embargos preventivos” de bienes y derechos de entidades deudoras por el valor que cubra la deuda tributaria.
Asimismo, estipulan que, “una vez transcurrido el término de pago voluntario sin que estos se efectúen, las empresas estatales obligadas quedan sujetas a un recargo por mora y a las demás sanciones previstas en la legislación tributaria vigente, en la cuantía y forma que en ella se establecen”.
Hasta septiembre pasado, la deuda de los contribuyentes cubanos ascendía a más de 1.000 millones de pesos, de acuerdo con informe de la ONAT.
Según datos oficiales recogidos por el Programa de Enfrentamiento al Incumplimiento y a la Evasión Fiscal que se ejecuta desde julio, las autoridades tributarias cubanas sólo habían podido recaudar 500 millones de pesos del total de la deuda tibutaria, estimada en mil 577 millones.
