La actriz cubana Belissa Cruz, Patricia en la telenovela “Asuntos pendientes” y Sandra en “Renacer”, ha encendido las redes, pero no precisamente con aplausos. Su reciente participación en una publicidad que toca la crisis de los apagones en Cuba y propone un generador eléctrico como solución ha desatado una ola de críticas y señalamientos de insensibilidad.
“¿Estás pasando por un momento muy difícil en tu vida? ¿Te agobia tanto estrés? La oscuridad forma parte de tu día a día y te han dado deseos de pararte en medio de la calle y gritar a los cuatro vientos: ¿hasta cuándo es esta (pitidos de censura)? No, no lo hagas. Yo te traigo la solución”, dice Belissa Cruz en el video promocional.
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Su propuesta fue comprar un generador de 2.400 MW con panel solar incluido. Para muchos usuarios en redes sociales, el mensaje de Cruz normaliza la crisis energética nacional y desvía la atención de los verdaderos responsables. “Compra y dale luz a tu vida”, se le escucha a la artista.
El breve corto publicitario atrajo la atención de la investigadora Hilda Landrove, quien lo calificó como “el emblema del sueño dorado de la versión final del totalitarismo cubano”. En su opinión, esta publicidad representa la “normalización de la catástrofe” y el “silencio inducido”.
“Estamos claros de que el ‘comercial’ de Belissa Cruz tiene el premio a lo más ruin y rastrero que se haya hecho a modo de ‘publicidad’ en ese país, ¿verdad? Ese es el top”, dijo en Facebook el periodista independiente Ernesto Morales, radicado en Miami.
Lejos de retractarse, Cruz ha intentado minimizar la polémica. “Estaba leyendo los comentarios, pero no me discriminen así, lo mío es hacer promoción y ya. Muchas gracias a todos”, comentó en el mismo reel de la publicidad, que ya ha sido eliminado de sus redes sociales.
Sin embargo, la indignación persiste. “Belissa Cruz, existe la palabra NO. Muchas veces, vale más que el dinero. El respeto a tu público está por encima de todo”. A medida que el debate continúa, esta publicidad ha expuesto que la crisis cubana no solo es eléctrica, sino también ética. Y en medio de la oscuridad, lo último que muchos parecen estar dispuestos a aceptar es una broma de mal gusto disfrazada de solución.
