Flor Danay Hernández, mejor conocida en redes como Flor de Cuba, ha vuelto a acaparar miradas. La popular influencer cubana ha dejado a sus seguidores boquiabiertos tras compartir su más reciente logro personal: una transformación física que ha dado de qué hablar en toda la comunidad digital cubana. En menos de dos meses, Flor asegura haber bajado 22 libras -casi 10 kilos-, y lo ha hecho gracias a un innovador tratamiento, muy similar al Ozempic que está causando furor en Hollywood.
A través de un Reel en su cuenta de Instagram, donde acumula casi 700 mil seguidores, Flor mostró con orgullo el antes y el después de su cambio. “La que ven en el lado izquierdo era yo hace dos meses, y en el lado derecho soy yo misma usando el mismo pantalón, para que vean la gran diferencia que hay, y todo lo que sobra de tela”, comentó mientras enseñaba su ropa visiblemente más holgada.
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La influencer, que ya se había sometido a una lipopapada y es usuaria habitual del bótox, confesó que este proceso ha sido tan sorprendente que todavía no termina de asimilarlo: “Sinceramente, no tengo palabras para describir cómo me siento de feliz ahora que estoy así superdelgada”.
El secreto detrás de esta drástica pérdida de peso se llama Tirzepatide, un medicamento inyectable de administración semanal que, según explicó Flor, actúa como un “balón gástrico” y elimina casi por completo la sensación de hambre. “Lo usan muchos artistas para bajar de peso, es una versión mejorada del Ozempic”, aseguró en su publicación, haciendo referencia al famoso fármaco utilizado por celebridades como Kim Kardashian o Elon Musk.
Flor dejó claro que más allá del cuerpo, el cambio también ha sido evidente en su rostro. “Se me ve más definido, menos hinchado, se me notan mucho más las facciones y se me perfila mucho más la mandíbula”, detalló mientras mostraba imágenes comparativas de su evolución. Asegura que, aunque su audiencia no notó el cambio de forma inmediata debido a la frecuencia con la que sube contenido, la diferencia salta a la vista cuando se ven las fotos del antes y el después.
El entusiasmo de la influencer ha llegado al punto de renovar su guardarropa. “Ya estoy encargando pantalones talla M porque los otros me quedan muy grandes”, confesó entre risas.
Su revelación ha provocado una ola de reacciones, desde elogios por su determinación hasta críticas por recurrir a un medicamento que no está exento de controversia. Lo cierto es que Flor, fiel a su estilo, no se guarda nada y comparte cada paso de su vida sin filtros.
Esta nueva etapa parece marcar un antes y un después en su imagen pública. Lejos de los looks más irreverentes que la hicieron viral en sus comienzos, hoy Flor de Cuba muestra una versión más estilizada y segura de sí misma, aunque igual de directa y auténtica como siempre.