La influencer Flor Danay Hernández Ochoa, conocida popularmente como La Flor de Cuba, dejó caer en sus historias de Instagram que le han ofrecido 10.000 dólares por operarse la nariz en Miami. “Estoy a 10K de quitarme la ñata”, anunció.
Flor, quien se encuentra de visita en la llamada Ciudad del Sol por segunda ocasión, hizo público un intercambio de mensajes con su esposo Alex, donde este último le pide que no se someta a la rinoplastia, pero la influencer se niega.
“Sí lo haré. Me pagan 10k. Ya tengo tres casas, quiero el carro”, se lee en la respuesta que le dio Flor a su pareja, donde queda claro en qué va a invertir los nuevos ingresos. “Por 10k dejo que me pongan la nariz de Michael Jackson”, bromeó.
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La holguinera de 31 años todavía se encuentra recuperándose de un procedimiento conocido como lipopapada, una técnica de liposucción focalizada en la zona submentoniana. Durante el procedimiento, se realizan incisiones debajo del mentón o detrás de las orejas para extraer el exceso de tejido adiposo.
A menudo, los influencers no pagan por acceder a ciertos bienes o servicios, ya que ofrecen promoción de los mismos en sus redes sociales. Flor de Cuba, con casi 600 mil seguidores solo en Instagram, admitió hace unos días que todos sus ingresos provienen del trabajo que realiza en este tipo de plataformas.
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La joven asegura que ser influencer es una profesión bastante lucrativa, pero muchos de sus colegas no aprovechan sabiamente sus beneficios. “Los creadores de contenido ganan muy bien, solo que la mayoría no tiene la madurez para administrar bien su dinero”, opinó recientemente.
Sobre el uso que le da a sus ingresos, reveló que prefiere invertirlo en su futuro. “Lo uso para mejorar mi casa y no lo gasto en fiestas […] Yo, cada peso que gano, lo uso para acomodarme ahora, porque nadie sabe el futuro”.
Flor de Cuba contó hace unas semanas que había adquirido su tercera propiedad en la Isla y que pensaba abrir un nuevo negocio con ella. En una publicación, infirió que su popularidad en redes se debía mayormente a las polémicas. “Si hubiera sabido que hablar mierd* daba tanto dinero, habría empezado mucho antes”, bromeó.
