La Fiscalía General de Iowa dio por “legalmente justificado” el uso de fuerza letal por parte del sargento Alan Romero en el tiroteo que el 15 de agosto costó la vida al migrante cubano Feglys Antonio Campos Arriba en el parque Washington, en Denison. El dictamen, divulgado el 9 de septiembre, cierra la revisión legal tras el informe de la División de Investigación Criminal (DCI), que analizó entrevistas, el testimonio del propio agente y videos de cámara corporal y del parque, reveló KTIV.
Según el reporte, Romero respondió a una llamada por una persona durmiendo en el parque fuera de horario y halló a Campos bajo una manta en el escenario del bandshell (concha acústica que existe detrás de los escenarios para «amplificar» el sonido de las orquestas). Tras conversar en español, el oficial le ofreció marcharse o ser arrestado por allanamiento; Campos eligió el arresto. Cuando Romero intentó ponerle las esposas, el cubano “se volvió” hacia él y comenzó a avanzar, lo que derivó en intentos de control no letal —incluido un Taser— que “tuvieron efecto mínimo”, describe la fiscalía.
El documento añade que, en la pelea, Campos mordió la oreja izquierda del sargento y le arrancó un trozo de tejido. El arma de Romero se atascó tras tres disparos; al despejar la avería, efectuó otros tres y Campos cayó al suelo. Ambos fueron trasladados al hospital; Campos murió a causa de las heridas y Romero fue dado de alta, aunque continúa tratamiento por desfiguración. Para la Fiscalía, ante la “amenaza” y tras “numerosos métodos de fuerza menos letales”, el uso de fuerza letal fue razonable bajo la ley estatal.
El fallo llega a una comunidad que lleva semanas pidiendo respuestas y la publicación íntegra de las grabaciones. Vecinos y amigos cuestionaron la narrativa oficial y aseguran que el cuerpo de Campos presentaba más impactos de bala de los admitidos, además de marcas de pistola eléctrica. La cobertura local y regional recogió el cierre de la investigación y el detalle de que el episodio inició cuando la policía fue alertada por alguien que dormía en el parque.
Carla Gloria Colomé Santiago, periodista cubana que ha seguido el caso para el diario español El País (artículo especialmente recomendado), informó del dictamen fiscal y volvió sobre las fisuras que denuncia la comunidad hispana.
En su perfil de Facebook, donde compartió la actualización, lectores y colegas dejaron mensajes que resumen el ánimo de Denison: “Qué historia más fuerte… Fue abandonado”, escribió Guena Rodríguez; “Gracias por actualizar la historia”, apuntó Ted Henken; “Lo siento tanto. Tanto por hacer”, dijo Elaine Acosta; “Deberíamos hacer más por todo”, añadió María Antonia Cabrera. Otros hablaron de tierra echada “y dándole pisón”, de una tristeza “predecible” y de la pena de que “ningún amigo o conocido lo pudo ayudar antes”.
Campos, de 36 años, llegó a EE UU en 2022 y trabajó en la procesadora Smithfield hasta perder su empleo y, con él, el techo. Dos días antes de su muerte, fue desalojado del motel donde vivía por falta de pago. La Fiscalía subrayó que su visa de trabajo temporal había expirado en julio de 2025; la DCI documentó contactos previos con la policía por pernoctar en el parque. El caso queda cerrado en lo penal, pero abierto en la memoria de Denison.
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