En la madrugada del 3 de enero de 2023, 32 personas abordaron una balsa improvisada en el sur de Cuba, con la esperanza de llegar a Florida, a tan solo 170 kilómetros. Desde entonces, no se ha sabido nada de ellos. Entre los desaparecidos, se encontraban una niña de ocho años y su madre, seis miembros de una familia de Camagüey y una pareja de Cienfuegos que dejó atrás a sus hijos para protegerlos.
También viajaban Yoel Romero, un albañil de 43 años y padre de tres hijos; Jonathan Jesús Álvarez, un camionero de 30 años, también con tres hijos; y Dariel Alejandro Chacón, un trabajador de mantenimiento de 27 años. Según cuenta AFP, la madre de Chacón le puso unas tostadas en su mochila para la travesía. Esa mochila apareció días después en una playa rocosa en los Cayos de Florida, cerca de un club de golf de lujo.
«Necesitamos saber»
Así lo señala AFP en una nota publicada este 25 de noviembre en Times of Malta, titulada Una tragedia invisible en el Caribe: migrantes cubanos que desaparecen en su intento de alcanzar Estados Unidos.
La nota señala que el Caribe se ha convertido en una tumba acuática para miles de cubanos que huyen de la crisis económica en la isla; y señala que «según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 368 cubanos han muerto o desaparecido en esta ruta desde 2020.
AFP entrevistó a 21 familiares de los desaparecidos, quienes expresaron desesperación por obtener respuestas. Osmara García, madre de Álvarez, declaró: «Nadie nos ha dado una respuesta».
Por su parte, Amparo Rivera, madre de Romero, añadió: «Necesitamos saber, sea lo que sea… la incertidumbre es insoportable».
Estas familias sufren por la pérdida de familiares en un fenómeno migratorio que se suma a lo que la OIM denomina «naufragios invisibles».
A diferencia de las rutas migratorias en el Mediterráneo, donde las ONG realizan misiones de rescate, los viajes por el Caribe carecen de monitoreo. Según Edwin Viales, del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM, más de 1,100 migrantes de América Central y del Sur han desaparecido «sin dejar rastro» en esta ruta desde 2020. El 2022 fue el año más mortal para los cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos por mar, con al menos 130 muertes registradas.
AFP informa que el grupo que desapareció partió desde la Playa Larga, en la costa sur de Cuba, en una balsa de nueve metros, construida con barriles metálicos para flotación y equipada con un mástil y remos. Las familias no suelen divulgar estos planes debido a la ilegalidad de la emigración marítima en Cuba.
Solo unos pocos han sobrevivido para contar su historia. Oniel Machado, un herrero de 49 años, relató a AFP cómo él y otros 12 migrantes resistieron una noche de tormenta en abril de 2022, aferrados a los tablones de su balsa. Aunque lograron llegar a aguas estadounidenses, fueron interceptados por la Guardia Costera y devueltos a Cuba.
Mientras tanto, las familias de los desaparecidos del 3 de enero de 2023 continúan esperando noticias.
«Desde ese día, mi vida cambió», confesó Rivera. «Es una búsqueda sin fin».
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