Este miércoles el exembajador estadounidense en Bolivia Víctor Manuel Rocha se declaró inocente de actuar como agente secreto para Cuba durante más de dos décadas, bajo los mandatos de Bill Clinton y George W. Bush.
Según publicó el diario El Nuevo Herald, Rocha pidió no asistir a la lectura de cargos programada para el viernes, pese a que afirmó que comprende plenamente la naturaleza de los delitos que se le imputan en un caso denunciado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos y cuyo juicio se celebrará el 25 de marzo en Miami.
Cabe recordar que el exdiplomático, de 73 años, fue arrestado tras una larga investigación del Buró Federal de Investigación (FBI) el pasado 1 de diciembre y acusado formalmente cuatro días después por un gran jurado.
Posteriormente, el fiscal general, Merrick Garland, precisó que los puestos de responsabilidad dentro del Gobierno federal que ocupó el acusado, exembajador en Bolivia entre 2000 y 2002, le dieron “acceso a información no publicada”, y, por ende, la posibilidad de “afectar” a la política exterior estadounidense.
Entre los cargos que tuvo Rocha entre 1981 y 2022 en el Departamento de Estado destacan el de director de Asuntos Interamericanos dentro del Consejo de Seguridad Nacional y el de subdirector principal de la representación diplomática de Estados Unidos en La Habana.
De acuerdo con la denuncia federal, Rocha admitió haber trabajado para Cuba en un grupo de reuniones celebradas entre 2022 y 2023 con un agente encubierto del FBI, que se hizo pasar por un miembro de la Dirección General de Inteligencia cubana.
En dichos encuentros, a tenor con la agencia EFE, el exdiplomático actuó como un agente cubano, que se refería a Estados Unidos como “el enemigo”; a sí mismo y a Cuba como “nosotros”; y a Fidel Castro como “el Comandante”.
